Muere María de Ávila, bailarina y formadora de grandes talentos de la danza clásica

María de Ávila, la bailarina y maestra de danza clásica en España, murió ayer a los 94 años en Zaragoza, ciudad donde vivió más de sesenta años y fundó una escuela en la que se han formado algunos de los bailarines españoles más reconocidos en el mundo, como Víctor Ullate, Arantxa Argüelles, Trinidad Sevillano y otros grandes. Ávila paseó su talento por compañías internacionales de notable prestigio. Fue maestra de baile y desplegó además su talento como asistente de coreografía y directora artística en compañías tan célebres como el San Francisco Ballet, el Grand Thêatre de Genève y la Ópera de París.

Nacida en Barcelona en 1920, María de Ávila, tenía una salud muy quebradiza. Falleció en su casa de Zaragoza, acompañada de su hija, Lola, también bailarina, y de sus nietas. «La danza en España, sobre todo la clásica, tiene el nombre de María de Ávila», declaró a Efe su hija, quien destacó la gran herencia que ha dejado esta artista, «maestra de maestros».

Su legado se manifiesta en los ballets que fundó y dirigió, como el Ballet Clásico de Zaragoza, el Joven Ballet María de Ávila y el Ballet Nacional de España. Para el director de esta institución, Antonio Najarro, la artista era «un referente» para la danza española, «sinónimo de calidad y seriedad», y nombrarla «era decir danza con mayúsculas». El entierro se celebrará mañana en la más estricta intimidad.