Una gran firma financiera toma medidas por si Escocia se separa
La compañía de seguros Standard Life empieza a registrar sociedades en Inglaterra porque la incertidumbre puede afectar a su negocio
LONDRES. Actualizado: GuardarUna de las grandes compañías de seguros e inversiones de Reino Unido, Standard Life, cuya sede está en Edimburgo, anunció ayer a sus accionistas que está tomando medidas de precaución para proteger su negocio ante la incertidumbre sobre las cuestiones financieras y la pertenencia de Escocia a la Unión Europea por si se produce un voto favorable a la independencia del territorio. En cartas a los accionistas publicadas con sus resultados anuales, tanto el presidente como el consejero delegado de la compañía señalan que Standard Life ha comenzado a registrar firmas en Inglaterra para proteger sus actividades e indican que se trata de una medida «de precaución», porque ha pedido claridad a los partidos pero «es probable que la incertidumbre se mantenga».
Cuando Escocia celebró, en 1979 y con un Gobierno laborista, el primer referéndum sobre la autonomía, que ganó el 'sí' pero no con el suficiente número de votos estipulado en la ley, Standard Life era una mutua de seguros y manifestó su oposición al autogobierno. En 1997, cuando la actual descentralización fue aprobada en el primer año de mandato laborista de Tony Blair, guardó silencio.
Esta vez, la compañía subraya que no tiene una opinión política y que no aconsejará votar en un sentido u otro, pero que hay cuestiones que pueden afectar a su negocio. El consejero delegado, David Nish, nombra cinco: qué moneda se utilizaría en Escocia, qué sistema monetario, qué sistema regulatorio se establecerá para el sector financiero, la pertenencia a la UE y el régimen fiscal de ahorro y pensiones.
Pérdidas y reputación
Standard Life tiene 1,5 millones de accionistas y 6 millones de clientes en cincuenta países del mundo. En 2006 se desmutualizó y se convirtió en una empresa privada, con sus acciones cotizadas en la Bolsa de Londres. Tiene su base en la capital escocesa, donde ha operado desde 1825, y mantiene allí, en la actualidad, a unos 5.000 empleados de unos 9.000 en todo el mundo. El ministro principal escocés, Alex Salmond, fue criticado en el Parlamento por la líder de la oposición, la laborista Johann Lamont, que le reprochó vivir en un mundo de «fantasía y engaño» y que proponga una independencia que sería «un desastre para el empleo». Buena parte de los medios británicos presentaron el anuncio de Standard Life como una decisión de marcharse de Escocia si vota por la independencia.
Salmond replicó en la Cámara que lo que Standard Life quiere es precisamente lo que propone su Gobierno, compartir con Londres la libra esterlina y el sistema de regulación y «una política buena para los negocios». Y reprochó también a la líder laborista que se alíe con el ministro de Hacienda conservador, George Osborne, para negar un régimen compartido para la libra.
El Royal Bank of Scotland, RBS, que recibió una inyección de dinero público en la crisis de 2008 que representa el 81% de sus acciones y presentó ayer pérdidas de cerca de 10.000 millones de euros en el último ejercicio, afirma que su reputación crediticia también sufre por la incertidumbre en torno a la independencia escocesa.