Sociedad

La Eurocámara declara la guerra al tabaco

Ignora las reclamaciones del sector en su afán de combatir las 700.000 muertes al año por esta adicciónLas advertencias sanitarias ocuparán el 65% de las cajetillas y quedan regulados, por primera vez, los electrónicos

BRUSELAS. Actualizado: Guardar
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Ya no hay marcha atrás. El Parlamento europeo superó ayer el último trámite legislativo de la que ha sido considerada una suerte de declaración de guerra al tabaco, que según las cifras de la Comisión provoca en la UE 700.000 muertes al año, 50.000 de ellas españoles, y una factura sanitaria comunitaria de 500.000 millones. «Este paquete de medidas ponen fin a los productos que incitan a los niños y adolescentes a empezar a fumar», se felicitó el comisario de Sanidad, Tonio Borg, tras conocer que el texto fue respaldado por 514 votos a favor, 66 en contra y 58 abstenciones en una sesión extraordinaria celebrada en Estrasburgo.

La votación de ayer, que no estuvo precedida de debate ya que era un texto pacto entre los europarlamentarios y el Consejo, vino a ratificar las grandes líneas respaldas por la Eurocámara a mediados de octubre. Así, se suprimirán los cigarrillos mentolados a partir de 2020, se regulará el uso de los electrónicos -se deberá justificar su uso terapéutico para no someterse a la restricción del tabaco puro y duro-. El nuevo texto considera que son enmascadores de tabaco y que pueden atraer a los más jóvenes con unos sabores más atrayentes. Además, la Comisión recordó que el 70% de los fumadores se engancha antes de cumplir los 18 años.

Por otra parte, los mensajes de advertencia -tanto imágenes como texto- sobre los peligros de fumar ocuparán el 65% de la cajetilla; hasta ahora ocupan el 40%. La nueva normativa, que deberá ser ratificada en marzo por el Consejo Europeo, da margen a los estados miembros para aplicar normas más estrictas. En todo caso, tendrán dos años para trasponer a las diferentes legislaciones nacionales lo ayer refrendado.

«Aumento del contrabando»

Como ya sucedió en octubre, la llamada Mesa del Tabaco, que agrupa a diferentes colectivos del sector, criticó ayer con dureza la decisión de la Eurocámara al considerar que es «desproporcionada» y fomentará el «contrabando». «Se abre una nueva oportunidad para nuevas mafias para poder introducir sabores y cajetillas de sabores de modo impune», advirtió Salomé Ibáñez, portavoz de la rama de los estanqueros, que lamentó que esta nueva ley puede dificultar «aún más» el futuro de cerca de 13.500 estancos que hay en España y que genera 26.000 puestos de trabajo.

Aunque el margen de maniobra que tiene el Gobierno español es bastante escaso, el sector confió en que el Gabinete de Mariano Rajoy mantenga el diálogo mostrado durante el proceso de negociación de la directiva, «por la importancia que tiene el sector para la economía española, con 56.000 empleos y una aportación de más de 9.000 millones».

Además de este endurecimiento, la Eurocámara reguló por primera vez las normas de los cigarrillos electrónicos. El acuerdo alcanzado hace dos meses auspiciado bajo la presidencia lituana establece que estos cigarrillos deben tener una concentración máxima de nicotina de 20 miligramos por milímetro, pero no va más allás en la interpretación del producto. Considera la normativa que deben ser los estados los que deben legislar y otorga a los fabricantes la posibilidad de que se posiciones: si son un producto con nicotina, como defiende la Asociación Española del Cigarrillo Electrónico (ANCE), o si se consideran un producto medicinal.

En el segundo caso, deberán justificar sus propiedades a las autoridades sanitarias y ser comercializados como ayuda para dejar de fumar o alternativa al tabaco. En el primer caso, como ha pasado en España, se deberán acoger a las normativas publicitarias del tabaco y de venta a menores. El presidente de ANCE, Manuel Muñoz, indicó que esta directiva se aleja del marco ideal deseado por el sector, pero valora «el resultado obtenido y, más, teniendo en cuenta que se trata de complejas, duras e intensas negociaciones entre instituciones europeas y 28 estados miembros». Una satisfacción que también compartió la Asociación Nacional Española de Vapeadores, mientras que la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica solicitó una legislación en este campo «más rigurosa».

Unas medidas que pretende reducir el número de fumadores en Europa en los próximos cinco años en un 2%. La UE quiere que cada año dejen de fumar 2,4 millones de europeos. Según las estadísticas de la Comisión, el 28% de los ciudadanos de la Unión fuman, un 21% lo han dejado y un 51% nunca han fumado.