El épico destilado literario del portugués Gonçalo Tavares
MADRID. Actualizado: GuardarLa urgencia y la literatura están contraindicadas. El diagnóstico es de Gonçalo M. Tavares (Luanda, 1970), sólido valor de las letras lusas, tan exigente consigo mismo como con el lector, al que pone a prueba con 'Un viaje a la India' (Seix Barral). Es su particular actualización del género de la epopeya y se ha publicado en casi 50 países. Cada aventura narrativa de Tavares es un reto como estas casi 450 páginas en verso. Se propuso traer al siglo XXI el modelo renacentista de 'Os Lusiadas', épico emblema de las letras portuguesas. La huida a la India en pos de la manida y falseada espiritualidad oriental de un terrible asesino de apellido Bloom es el pretexto para una odisea narrativa de aliento poético con el mismo número de cantos y estrofas que la obra con la que Luís de Camões cantó las expediciones portuguesas a Oriente.
Es la esencia del arduo trabajo de Tavares, un destilador de concentrados literarios, escritor por imperativo físico y futuro ganador del Nobel, según vaticinó su difunto paisano José Saramago. «Escribir es una necesidad orgánica. Publicar, un accidente», explica este profesor Epistemología de la Ciencia en su vida civil, nacido en la excolonia de Angola. Llena compulsivamente sus cuadernos de tapa de hule negro, peregrinando desde los 18 años por los «rumorosos» cafés de Lisboa, pero no publicó hasta cumplir los treinta.
Sus obras duermen en el limbo varios años antes de darlas a la imprenta. Así ocurrió con 'Un viaje al India', cuya «materia bruta» escribió en 2003 y publicó en portugués en 2011. «Escribir no es un acto intelectual; es instintivo para mí. Lo dejo reposar un mínimo de cuatro años y regreso. Es entonces cuando me siento escritor, cuando desecho el sobrante y doy el concentrado; cuando puedo convertir cien metros cuadrados en un centímetro cuadrado», se ufana. «El tiempo es un crítico infalible», apunta.