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Repsol afronta una etapa «más potente» tras el acuerdo por YPF
La compañía, que redujo un 90% sus beneficios en 2013, firmará mañana el pacto con Argentina, que debe pagar 5.000 millones de dólares
MADRID. Actualizado: GuardarEl consejo de administración de Repsol dio ayer el visto bueno al acuerdo de compensación alcanzado con el Gobierno argentino por la expropiación del 51% de su filial YPF. Un pacto que contempla el cobro de 5.000 millones de dólares en bonos argentinos «y las garantías para su pago efectivo». El acuerdo permite a la petrolera encarar «una nueva etapa más potente», según declaró su presidente, Antonio Brufau. El consejo también aprobó las cuentas de la multinacional, que obtuvo en 2013 un beneficio neto de 195 millones de euros, un 90% menos que el ejercicio anterior.
El Convenio de Solución Amigable y Avenimiento de Expropiación firmado con Argentina reconoce el derecho de la compañía a percibir un paquete fijo de deuda pública por valor nominal de 5.000 millones de dólares. El acuerdo contempla además la entrega de un paquete complementario, por un importe máximo de 1.000 millones de dólares, que se activará en el caso de que el valor en el mercado de esos bonos no alcance la cantidad inicial estipulada. Es una de las garantías que han conseguido amarrar los responsables de Repsol en todos estos meses de negociaciones con el Ejecutivo de Cristina Fernández de Kirchner.
No obstante, si de la enajenación de los bonos Repsol obtuviera un importe superior a los 5.000 millones de dólares (descontados gastos e intereses), el exceso se devolvería al Gobierno argentino. En el caso -poco probable- de que la petrolera decidiera mantener los bonos hasta su vencimiento (parte de ellos vencen en diciembre de 2033), se embolsaría entre 4.500 y 5.000 millones de dólares en intereses. Es decir, un total de hasta 10.500 millones, que era el valor inicial de la parte expropiada de YPF según los cálculos de la consultora Deloitte.
Según figura en el acuerdo, la deuda con Repsol se considerará saldada «con el cobro total de la misma, ya sea con la enajenación de los bonos, o con el cobro regular de la deuda a sus respectivos vencimientos». Como garantía adicional, Argentina reconoce que, en caso de reestructuración o de incumplimiento del pago de los títulos, «Repsol tiene derecho a acelerar la deuda, y reclamar en arbitraje internacional (...) las cantidades pendientes de pago hasta alcanzar los 5.000 millones de dólares».
«Liberar energías»
El pacto se firmará mañana en Buenos Aires. Por parte de Repsol estará presente Luis Suárez de Lezo, mano derecha de Brufau, mientras que la máxima representación argentina correrá a cargo, muy probablemente, del ministro de Economía Axel Kicillof. Con posterioridad, el acuerdo deberá ser refrendado en la Junta General Ordinaria de Accionistas -que se celebrará en Madrid el día 28 de marzo- y por el Congreso argentino.
Brufau se declaró «muy satisfecho» por un acuerdo que, según el presidente de la compañía, ha sido en parte posibilitado «por el apoyo de las autoridades españolas, que nos han guiado en las estrategias a seguir». El pacto permite a la petrolera española «liberar energías» y encarar «una nueva etapa más potente desde el punto de vista financiero» que conlleva unas «mayores posibilidades de crecimiento».
Por de pronto, el contencioso de YPF ha dejado una huella de 1.279 millones de euros -en forma de saneamientos extraordinarios- en las cuentas de Repsol, que anoche remitió a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Las provisiones por YPF, añadidas a las que la compañía tuvo que realizar «sobre determinados activos norteamericanos no incluidos en la venta del Gas Natural Licuado» redujeron el beneficio neto hasta los 195 millones de euros.
El consejo de administración acordó proponer en la próxima Junta General Ordinaria de Accionistas la continuación del programa 'Repsol Dividendo Flexible', que otorga a los accionistas la posibilidad de percibir su remuneración -total o parcialmente- en acciones de nueva emisión o en efectivo. Además, se propondrá el pago de una retribución, como dividendo complementario del ejercicio 2013, de 0,50 euros por acción.