El nuevo puente está más cerca

La construcción del nuevo puente de Cádiz acumula dos años de retraso. La adjudicataria de la obra, la constructora Dragados, se había comprometido a terminarlo en 2012 con una inversión de 273 millones de euros. Ni una cosa ni la otra. La obra del nuevo acceso a la Bahía comenzó en 2007 y, desde entonces, se han dado varias fechas para su culminación. Los primeros recortes del Gobierno de Zapatero llevaron a una drástica paralización de los trabajos en el verano de 2010. La medida de Dragados y la incertidumbre sobre su financiación marcaron el desarrollo futuro de la obra. Desde entonces, el proyecto no ha levantado cabeza y ha sido imposible cumplir con los plazos anunciados. Es cierto que en los cuatro años de gestión socialista se llevó a cabo el esqueleto de la obra, pero más cierto es que en los dos años de Gobierno del PP la obra ha sufrido un avance perceptible desde todos los puntos de la Bahía. La ministra de Fomento, Ana Pastor, tomó las riendas de esta cartera a finales de 2011 y en su primera visita a Cádiz, en marzo de 2012, reconoció que al puente le quedaban más de 14 meses de ejecución. Se equivocó en los cálculos, pero Pastor aclaró desde el primer momento que el nuevo acceso a la Bahía no se paralizaría y garantizaba sin fisuras su financiación. Sus palabras sirvieron para generar confianza, pero lo que ha servido para impulsar la obra ha sido la consignación presupuestaria. Fomento ha reservado para 2014 algo más de 61 millones de euros y tiene previsto acabar el puente el año que viene. La seguridad que ofrece Fomento se traduce ahora en un aumento de la contratación en la obra.