El primer ministro saliente, Hazem Beblaui. :: EFE
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La dimisión en bloque del Gobierno egipcio despeja el camino a El-Sisi

El ya exministro de Defensa, aspirante a la presidencia, deberá dejar también el Ejército antes de presentarse a las elecciones

EL CAIRO. Actualizado: Guardar
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El último obstáculo que se interponía entre el mariscal Abdelfatah el-Sisi y su posible candidatura a las elecciones presidenciales egipcias fue eliminado ayer de su camino. La inesperada y abrupta dimisión en bloque del Ejecutivo liderado por Hazem Beblaui, que aún debe ser aceptada por el presidente Adli Mansur, deja vía libre al ministro de Defensa y jefe del Ejército para que persiga sus aspiraciones a la jefatura del Estado.

Aunque Beblaui no especificó ayer los motivos de la renuncia, que cogió por sorpresa incluso a algunos de los ministros afectados, su Ejecutivo se ha visto en el punto de mira por los graves problemas económicos que afectan al país. Multitudinarias huelgas de trabajadores del sector textil, de correos o de transportes públicos han sacudido Egipto en las últimas semanas, alimentadas por la polémica ley del salario mínimo para los funcionarios, que ha dejado fuera a importantes grupos de trabajadores públicos.

Quizás en una referencia a sus críticos, el primer ministro señaló ayer, en una breve intervención televisada en la que anunció la renuncia, que «no se pueden acometer reformas sólo a través del Gobierno», sino que los egipcios deben trabajar para alcanzar los cambios que quieren para el país. Por el momento se desconoce quién ocupará el lugar de Beblaui, aunque el diario oficialista 'Al Ahram' apuntaba al hasta ahora ministro de Vivienda, Ibrahim Mahleb, que procede del entorno de Hosni Mubarak y que durante años dirigió la constructora estatal Arab Contractors. De ser cierto, su nombramiento confirmaría los peores presagios de los que vienen observando en los últimos meses un retorno al régimen prerrevolucionario.

Elecciones en abril

El Gobierno que acaba de dimitir fue formado dos semanas después del golpe que, liderado por El-Sisi, derrocó al presidente Mohamed Mursi y a su Ejecutivo en julio del año pasado. Según la hoja de ruta impuesta por los militares, el presidente y el Ejecutivo interinos deberían conducir el país hasta que celebrara elecciones legislativas y presidenciales, que tendrán lugar posiblemente a finales de abril. Antes, el presidente Mansur deberá presentar la ley que regulará los comicios a la jefatura del Estado, que abrirá el plazo para presentar candidaturas. La mayor parte de los analistas coinciden en que es posible que el mariscal espere hasta entonces para anunciar lo que los egipcios dan por hecho: su deseo de participar en los comicios que casi seguro lo convertirán en el próximo presidente.

El-Sisi, que quizás temía que la impopularidad del Ejecutivo liderado por Beblaui pudiera afectar a su propia imagen, ha dado el penúltimo paso antes de concurrir a las elecciones, renunciar al ministerio de Defensa. El último deberá ser abandonar el uniforme militar. Quizás en preparación para ello, el mariscal se ha dejado ver vestido de civil en un encuentro con el presidente ruso Vladimir Putin en Moscú, y se ha mostrado también con su esposa en un acto público.