Mas reclama a la Unión Europea que vea a Cataluña como una aliada
García-Margallo considera «un acierto» que Bruselas advierta de nuevo al frente soberanista de que la secesión implica salir de la UE
BARCELONA / MADRID. Actualizado: GuardarEl presidente de la Generalitat catalana, Artur Mas, se dirigió ayer de manera directa a la vicepresidenta de la Comisión Europea, Viviane Reding, a la que reclamó en un acto al que asistieron ambos en Barcelona que vea a Cataluña como el «mejor aliado para construir la Europa del futuro». Mas respondió de esta manera a la también comisaria de Justicia, que el domingo afirmó que la secesión «no favorecería a nadie, ni a catalanes ni a españoles ni a europeos» y advirtió de que cualquier iniciativa que no sea trabajar por la unidad de España y una Europa federal es una «pérdida de tiempo».
El jefe del Ejecutivo autonómico reiteró además la vocación europeísta de los catalanes un día después de que Reding pidiera diálogo entre la Moncloa y el Palau de la Generalitat para evitar la ruptura e insistiera en que un Estado catalán independiente saldría de la UE. «Cataluña siempre ha tenido una mentalidad europea y la ha defendido», expresó Mas. La sociedad catalana «quiere y necesita continuar implicándose en la construcción europea», remató.
El europeísmo es un aspecto crucial en el proyecto soberanista de Mas, ya que si se corroborase que Cataluña quedaría fuera de la UE, como advierten las instituciones de Bruselas, los socios democristianos de Mas, Unió Democrática, ya han anunciado que rechazarían la independencia, y lo mismo harían la mayoría del empresariado o una parte de los moderados de Convergència, encabezados por el consejero catalán de Economía, que hace una semana afirmó que «no daremos nunca ningún paso que nos deje fuera de Europa».
El resto de formaciones catalanas que apoyan el referéndum independentista leyeron las reflexiones de la vicepresidenta de la Comisión en clave de llamada al diálogo para Rajoy. La secretaria general de Esquerra, Marta Rovira, achacó sus palabras a que la Unión Europea es consciente de que no existe más salida a la actual situación que la autorización de la consulta independentista. Según resaltó Rovira, cualquier negociación acerca del proceso soberanista que se mantenga tanto con el Estado como con la UE deberá «respetar el mandato democrático» que, añadió, ya tienen los partidos catalanes.
El candidato de Iniciativa per Catalunya Verds a las elecciones europeas, Ernest Urtasun, observó que esas declaraciones suponen un tirón de orejas al Ejecutivo de Rajoy por el inmovilismo que está mostrando frente a las demandas de Cataluña. Urtasun defendió que todo lo que sean apelaciones al diálogo son siempre positivas.
No es una injerencia
De forma paralela el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, consideró, a diferencia de algunas voces en el PP, que las palabras de Reding no suponían injerencia alguna en los asuntos internos de España. El jefe de la diplomacia afirmó respetar la libertad de opinión de todas las personas «y más aún la de una comisaria europea». García-Margallo explicó que la Comisión Europea tiene derecho a expresar su parecer en lo que respecta al desafío catalanista abanderado por CiU y Esquerra. Lo puede hacer, justificó, porque una supuesta secesión no sólo afectaría a España sino que lo haría a toda Europa. «Alteraría la institucionalidad comunitaria, la marcha del euro y la posición europea en el mundo», vaticinó.
El titular de Exteriores añadió que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se ha mostrado abierto al diálogo siempre y cuando se desarrolle conforme a la ley. «Dentro de la norma cualquier debate es posible, fuera ninguno», zanjó. García-Margallo destacó además que Reding «acertó» al insistir el domingo en que una secesión de Cataluña conllevaría la «autoexclusión» de la UE.
En tono más crítico se manifestó la secretaria general del Partido Popular, María Dolores de Cospedal, quien atribuyó la llamada al diálogo «sin líneas rojas» lanzada por Reding a un comentario sacado de contexto. «En todos los países, supongo que también en el suyo -en alusión a la comisaria luxemburguesa-, y desde luego en la UE, hay líneas rojas, y estas son la ley y la soberanía nacional», dijo Cospedal. No obstante, la número dos del PP dudó de que Reding quisiera decir que «no tiene por qué cumplirse la ley europea o la legislación de los estados miembros».
Donde fueron valoradas de manera muy positiva las palabras de la comisaria de Justicia fue en el PSOE. El secretario de Organización, Óscar López, señaló que la salida al bloqueo entre el Gobierno central y la Generalitat pasa «por sentarse a hablar» y «buscar entre todos una solución al problema». «Cualquier apelación que haya al diálogo es siempre positiva», afirmó el número tres del PSOE.