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El Debate de la Nación se convertirá en el primer gran acto de las europeas
Los partidos usarán la cita parlamentaria del año para amplificar su mensaje de cara a los primeros comicios nacionales desde 2011
Actualizado: GuardarEl Debate del estado de la Nación es siempre la principal cita parlamentaria del año, pero hoy y mañana, además, el Congreso acogerá el primer gran acto de precampaña de las elecciones europeas. El debate trascenderá su tradicional cometido de maratoniano examen a la gestión del Gobierno porque todos los partidos tienen la intención de aprovechar la enorme caja de resonancia en la que se convierte durante dos días el hemiciclo -con transmisión íntegra de la intervenciones por televisión, radio, internet y redes sociales- para fijar y amplificar sus mensajes de cara a los comicios del 25 de mayo.
Será la primera cita electoral de ámbito nacional con las urnas desde las generales de 2011 y todas las formaciones coinciden en que dentro de dos meses no solo se van a saber los representantes que cada sigla va a mandar al Parlamento de Estrasburgo. También se va a testar el duelo PP y PSOE, hasta donde la profundidad de la crisis y la desafección ciudadana hacia la política pueden cambiar el actual mapa de partidos, con la posible quiebra de la hegemonía del bipartidismo, o el tirón del independentismo en Cataluña.
Mariano Rajoy, Alfredo Pérez Rubalcaba, Cayo Lara o Rosa Díez, cuando suban a la tribuna, tendrán muy presente que el recuento del 25 mayo va a ser clave para diseñar su estrategia de cara a la segunda parte de la legislatura, que en un año renovará el poder local y autonómico y solo unos meses después conformará el Congreso que debe designar al nuevo inquilino del palacio de la Moncloa. La misma competición que PP, PSOE, IU y UPyD la mantendrán durante el debate PNV y Amaiur y CiU y ERC, en la disputa por la hegemonía nacionalista en Cataluña y País Vasco.
Ataque y defensa
Rajoy, que el año pasado, en su primer Debate del estado de la Nación como presidente, venció pero no convenció, según el CIS, centrará su apuesta en que el Gobierno ha logrado evitar la intervención de España y colocado el país en la senda de la recuperación económica y que, ahora, superada la herencia que le dejaron los socialistas, le toca empezar a cumplir alguno de los puntos de su programa, como las rebajas de impuestos. Cuenta a favor con que la estructura del debate da siempre ventaja al presidente, que tiene intervenciones ilimitadas y puede sacar conejos de la chistera como el IRPF, el IVA o una posible mejora de las previsiones económicas y de empleo. También tratará de revertir el gran bajón electoral que le anuncian las encuestas presentando al PP como la única garantía contra el independentismo.
Rubalcaba tendrá que hacer mejor papel que el año pasado, cuando ni los suyos lo vieron ganador, si quiere sacar al PSOE del estancamiento electoral y, desde luego, si aspira a ser el candidato a la Moncloa. Sus grandes bazas son el millón adicional de desempleados de la etapa Rajoy, el recorte de derechos y sueldos de los trabajadores, el incremento de la pobreza y las desigualdades, y la llamada a no dejar pudrir el problema catalán, para lo que insistirá en la urgente necesidad de abrir un diálogo territorial. Y, por supuesto, el aborto, que divide y mucho a los populares, y Luis Bárcenas, que ha aflojado, pero aún escuece.
Lara y Díez buscan que las europeas los confirmen como partidos determinantes en la vida política española. El coordinador de IU tratará de encarnar la alternativa social y económica de izquierda a la política de los grandes partidos en Europa, hablará de la infanta, de Iñaki Urdangarin y de la Corona, y pedirá a Rajoy que se vaya ya.
La líder de UPyD subrayará su discurso de dureza contra ETA y los soberanistas catalanes, reclamará regeneración democrática y fusión de ayuntamientos, y pedirá una ley que clarifique el papel del Príncipe y los mecanismos de sucesión del Rey.