«Sólo queremos sacar nuestras cosas de la parcela»

En octubre de 2012, una pareja, Mar R. M. y José Antonio B. L., empezó a trabajar la tierra de una parcela ubicada en la zona de detrás del cementerio de San Juan Bautista. Ahora, más de un año después, se han visto en la necesidad de poner una denuncia para que el familiar que les cedió el terreno les permita recuperar sus pertenencias.

Los afectados explicaron que un tío de Mar les dejó limpiar y trabajar la tierra de su terreno, cuando a José Antonio le recomendaron los médicos hacer vida al aire libre para superar algunos problemas. «Mi tío había tenido un infarto y el campo estaba fatal; él nos dijo que ya no se iba a meter a trabajar allí y nos lo ofreció a nosotros», explicó ella.

Comentaron que cerca de un año tardaron en adecentar aquello. La altura de la vegetación y la cantidad de chatarra que se acumulaba allí complicaron los trabajos. Después, a la vez que empezaron a cultivar la tierra, la pareja fabricó un gallinero en el que tenían un centenar de gallinas y algunos pavos.

«Más que el dinero que allí invertimos, fueron muchos días enteros de trabajo para poner el terreno de unos 4.000 metros cuadrados otra vez en condiciones», añadieron.

Meses de trabajo

Según relataron José Antonio y Mar, pasaron los meses y cuando ya todo estaba en las condiciones adecuadas, «observamos que no encontrábamos ni un solo huevo de las gallinas y que el tanque de comida bajaba demasiado rápido». Entonces, optaron por poner dos candados a estas jaulas. «En ese momento, vimos cómo recogíamos huevos todos los días. Estaba claro, alguien se los estaba llevando». Posteriormente, aseguraron que encontraron los candados rotos y otra vez se dejaron de ver los huevos en el gallinero.

Tras algunos otros pequeños detalles de este tipo, la pareja recordó que en torno al mes de septiembre habían dejado pendientes de sembrar varios kilos de patatas. «Un día llegamos y mi tío las había sembrado con otra persona, entonces decidimos repartir lo que se recogiera», añadió Mar. Sin embargo, aseguraron que al llegar el momento «las recogieron sin dejarnos ninguna».

A partir de ahí, comenzó un largo conflicto familiar que hasta hoy continúa. José Antonio relató que les dieron dos semanas para abandonar y trasladar todas sus pertenencias a otro lugar. «Cuando encontramos un nuevo sitio, nos dejaron muy claro que no nos íbamos a llevar nada y además cambiaron todas las cerraduras», apostilló.

«Ahora nos han dicho que vaya yo solo y mientras está el propietario allí durante la mañana». No obstante, la pareja no se atreve a acceder a la parcela porque «tenemos miedo de que nos hagan algo, ya que nos enteramos de que al vecino lo amenazaron con un cuchillo», apuntó Mar.

Buscan solución en la Justicia

Es por ese motivo que la pareja presentó la correspondiente denuncia el pasado lunes en el cuartel de la Guardia Civil de Chiclana y espera que el conflicto se resuelva, aunque sea a través de los Juzgados. «Hemos intentado que varias personas allegadas medien, pero no hay manera», agregaron.

Y aseguraron que en este punto su único objetivo es llevarse de esta parcela todo lo que es fruto de su trabajo durante los últimos meses para trasladarlo a un nuevo terreno. «Además de los gallineros y las herramientas que allí hemos dejado, también hay un generador eléctrico y una bomba séptica para coger agua que nos pertenece», señaló José Antonio. Asimismo mencionaron otra serie de enseres personales que se encuentran dentro de la vivienda.

Por el otro lado, los familiares no quisieron hacer declaraciones de forma pública e igualmente esperan resolver el conflicto a través de la Justicia.