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Preocupación en la UE por la violencia en Venezuela

LA HABANA. Actualizado: Guardar
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La periodista de CNN Patricia Janiot abandonó ayer precipitadamente Venezuela, después de que el presidente, Nicolás Maduro, que ya tenía a la cadena internacional de noticias en el punto de mira, ordenase retirar la acreditación de algunos de sus reporteros. A un equipo de la emisora le robaron varias cámaras, pero la dirección del canal decidió seguir informando desde el país caribeño.

Los últimos ocho días de protestas, que suman ya ocho muertos y decenas de heridos, preocupan a la Unión Europea. La jefa de la diplomacia comunitaria, Catherine Ashton, condenó ayer «la intolerancia y el uso de la violencia por todas las partes». En un comunicado, Ashton pidió un «dialogo global» e hizo hincapié «en el derecho a la libertad de expresión, de asociación y de reunión», además de recordar que los poderes públicos deben «garantizar que todos los ciudadanos puedan ejercer sus derechos libremente».

«Ya la Guarimba (oposición) está aislada y repudiada por todo el país, ahora sus autores intelectuales recogen el discurso y se hacen los locos. ¡Justicia!», escribió Nicolás Maduro en Twitter mientras, desde la cárcel, el opositor Leopoldo López difundió una carta por medio de su esposa en la que pide a sus seguidores que no se rindan ni recurran a la violencia. «Y recuerden, el que se cansa, pierde», tuiteó. Sus letrados apelarán la prisión preventiva. Maduro subrayó que López había pedido incendiar las calles y ahora había que «ver dónde estaba: preso». El presidente anunció además la constitución de 'comandos populares antigolpes' y dijo que «con el pueblo movilizado vamos a derrotar el golpe fascista».

La presencia en San Cristóbal, la capital del Estado de Táchira, de militares que lo mismo retiran escombros de las barricadas que mantienen rondas de seguridad ha contribuido al paulatino regreso de la calma. Sin embargo, la diputada Delsa Solórzano, abogada y activista de derechos humanos, aseguró que Venezuela vive la mayor violación a los derechos humanos «en los últimos 15 años. La represión ha sido tan brutal que no tengo absoluta duda de que el Gobierno de Nicolás Maduro es una dictadura militar». Solórzano habló de más de 300 detenidos en una semana.