La Casa Blanca se coordina con Bruselas y alerta contra una intervención del Ejército
NUEVA YORK. Actualizado: GuardarQuienes dieron la orden de cargar violentamente contra los manifestantes ucranianos no podrán volver a entrar en Estados Unidos, según ha contado una funcionaria del Departamento de Estado. El Gobierno de Washington ha dado órdenes de que no se expidan visados a unas 20 personas cuyos nombres no se han hecho públicos, pero que se sabrán pronto si la Unión Europea decide imitar la medida, ya que tendría que publicarse en el Boletín Oficial de la UE.
Según la fuente del Departamento de Estado, la lista de los políticos y funcionarios vetados incluye «a toda la cadena de mando» responsable de los violentos ataques policiales que han dejado decenas de muertos en las calles del centro de Kiev, pero no especificó si el presidente Víctor Yanukóvich está incluido. Lo que sí aseguró es que esta medida puede ser sólo el principio de una serie de sanciones si las autoridades ucranianas continúan con la represión.
El siguiente paso podría pasar por intervenir las cuentas bancarias de esos individuos. Según dijo en París el secretario de Estado, John Kerry, Estados Unidos está consensuando las medidas a adoptar con su contraparte europea, que no desea imponer sanciones al país sino a los individuos concretos responsables de las acciones. Sin embargo, la Casa Blanca advirtió de que el Ejército ucraniano no debe involucrarse en la represión, porque de hacerlo cruzaría la delgada línea roja que contiene hoy su moderada respuesta.
El vicepresidente, Joe Biden, ha hablado personalmente con el presidente Yanukóvich para convencerle de que en este momento definitorio de la historia debe inclinarse por el diálogo. El mensaje de la Administración Obama es que retire «inmediatamente» las fuerzas de seguridad del centro de Kiev y respete «el derecho a manifestarse pacíficamente», resumió el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney.
El propio Barack Obama ofreció voluntariamente unas declaraciones desde México advirtiendo de que su Gobierno está vigilando la situación «muy de cerca» y que responsabilizará directamente a Yanukóvich por la evolución de la crisis política. «Habrá consecuencias si la gente se pasa de la raya», amenazó el presidente.