Ram Manikkalingam y la holandesa Fleur Ravensbergen, del comité de verificadores, a su llegada ayer al aeropuerto de Bilbao. :: LUIS TEJIDO / EFE
ESPAÑA

Fernández Díaz considera «positivo» cualquier paso que dé ETA hacia su disolución

Los verificadores internacionales podrían anunciar hoy una entrega de armas por parte de la banda

PARÍS / SAN SEBASTIÁN. Actualizado: Guardar
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El Gobierno español, con el respaldo del Ejecutivo francés, ha optado por adoptar una posición firme pero receptiva ante el esperado anuncio hoy en Bilbao de un gesto de desarme por parte de ETA. «Todo paso que vaya en la dirección de la disolución es positivo, pero para eso sobran escenificaciones y teatralizaciones», declaró ayer en París Jorge Fernández Díaz en presencia de su colega galo, Manuel Valls. El ministro del Interior reiteró el rechazo a toda negociación política pero llegó a apuntar que, en caso de autodisolución de ETA, «en el marco de la ley todas esas cuestiones que plantean sin duda encontrarán mejor acomodo».

Fernández Díaz, que se reunió en París con sus homólogos de Francia, Marruecos y Portugal en el marco del G4, insistió en la voluntad gubernamental española de inhibirse de la puesta en escena de una entrega de los arsenales dosificada bajo el foco internacional, pero sin recusarla de entrada. «Que ETA anuncie que va anunciar pasos en la dirección del desarme nos parece muy bien, pero como Gobierno de España no estamos para contribuir a la teatralización de todas estas iniciativas que viene haciendo sistemáticamente», valoró con calculada mesura. «Lo que necesitamos es que esas declaraciones vayan acompañadas de hechos que son perfectamente verificables por las fuerzas de seguridad», dijo más adelante.

La reunión en París se produjo el día en que se desveló que ETA ha comunicado a la Comisión Internacional de Verificadores que está dispuesta a iniciar un proceso de sellado de sus zulos, aunque sin entregar aún las armas, paso que dejaría más adelante. La banda habría pedido inmunidad para los terroristas que participen en ese proceso de sellado. Ante esa información, el ministro del Interior retó a la dirección de ETA a facilitar el listado completo de las coordenadas GPS de todos sus arsenales. «Desarmarse es muy fácil. Basta con dar por ejemplo las geolocalizaciones de los zulos en los que mantiene su armamento y explosivos porque tenemos fuerzas de seguridad para comprobar que efectivamente están allí», observó.

El ministro sin embargo descartó cualquier concesión de impunidad a los activistas implicados en futuras e hipotéticas clausuras de depósitos clandestinos. «Como España es un estado de derecho, mientras la organización terrorista ETA no se disuelva y mantenga sus estructuras criminales nuestra obligación es cumplir y hacer cumplir la ley», proclamó. Desde el punto de vista de Fernández Díaz, con el acto de hoy en Bilbao «ETA está buscando un Aiete dos» en una versión actualizada del cese de la lucha armada oficializado el 20 de octubre de 2011 tras un foro internacional celebrado San Sebastián.

Expertos internacionales

La reunión de los ministros del Interior de España y Francia se produjo al mismo tiempo que aterrizaba el Bilbao el grupo de verificadores españoles, comisión que no reconoce el Gobierno de Mariano Rajoy.

Los seis verificadores celebrarán hoy encuentros a con PNV, Sortu, los socialistas y Eusko Alkartasuna, además de sindicatos y otros agentes sociales y económicos. PP y UPyD rechazaronn participar en esta ronda. A las dos de la tarde han convocado a los medios de comunicación en un hotel, aunque no se permitirán preguntas en la comparecencia y en la que se da por hecho que anunciarán el inicio del proceso de desarme, decidido tras los contactos de la comisión de verificadores con la cúpula etarra.

La gran incógnita radica en la dimensión de ese primer gesto, sobre todo en si la organización armada realiza una entrega efectiva de una cantidad indeterminada de armas. Otra de las posibilidades que se barajan es la emisión de algún vídeo con imágenes de escondites clausurados por miembros de la banda.

Lo que parece claro es que ETA apuesta por un proceso en el que los verificadores internacionales, que fiscalizaron hace dos años el cumplimiento del final del terrorismo, sean los notarios o incluso destinatarios de la entrega de armas, siguiendo el modelo irlandés. En ningún caso se prevé que la banda entregue sus arsenales a los gobiernos español o francés, sobre todo una vez que los estados se niegan a negociar.