Los médicos, incapaces de «adivinar» el efecto psíquico en la mujer que aborta
Ruiz-Gallardón asegura en el Senado que la «mayoría de la sociedad» está en contra de la actual ley de interrupción voluntaria del embarazo
MADRID. Actualizado: GuardarLos médicos continúan argumentando su campaña en contra de la reforma del aborto que presentó el ministro de Justicia en el penúltimo Consejo de Ministros de 2013 y que sigue provocando tensiones en el seno del Partido Popular y en el resto de los partidos. El presidente de la Organización Médica Colegial (OMC), Juan José Rodríguez Sendín, insistió ayer en su oposición a este proyecto, que obliga a los médicos a determinar si una mujer puede padecer algún tipo de secuela psíquica por interrumpir de forma voluntaria su embarazo. «Es difícil saber qué va a pasar con la salud psíquica de la mujer en uno o dos años por tener un hijo contra su voluntad; esto es lo por lo que realmente los médicos no creemos que debamos ser quienes lo decidamos», apuntó Rodríguez Sendín.
El máximo responsable de los galenos españoles insistió en que no se puede medicalizar «algo que no es medicalizable», como es el riesgo psicológico en el futuro de una mujer. Además, Rodríguez Sendín comentó, en línea con lo que aprobó la asamblea general de la OMC el pasado fin de semana, que se debe incluir en la actual reforma legislativa la malformación del feto como uno de los supuestos. El presidente de la OMC no entró a valorar en declaraciones a RNE cuál es mejor norma, si la actual o el anteproyecto que retrotrae a la anterior ley de 1985, pero sí pidió que los motivos para poder abortar deben quedar muy claros. «No hay soluciones mágicas», indicó Rodríguez Sendín.
Por su parte, el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, insistió en la sesión de control en el Senado en las bondades de su anteproyecto de ley. Para Gallardón, la ley de plazos no reconoce los derechos del no nacido ni protege a las mujeres porque, según él, tras la reforma «contarán con mucha más información de médicos y servicios sociales» para afrontar el «drama» que supone la interrupción del embarazo. «Usted (al senador la Entesa dels Catalans, Carlos Martí) dice que nuestro proyecto no considera el aborto como un derecho y es verdad, y dice que eso es imponer nuestra moral. Eso es lo que hemos tenido en España vigente durante 8 años de Gobierno del Partido Popular y 17 de Gobierno socialista, eso es lo que ha estado vigente hasta el año 2009, la ley que no consideraba el aborto como un derecho sino como un ilícito despenalizado», explicó el ministro de Justicia.
«Mi derecho llega hasta donde empieza el suyo y el suyo termina cuando empieza el mío», indicó el titular de Justicia, que sostuvo que ni el Tribunal Constitucional «ni la mayoría de la sociedad española» apoya el aborto libre en las primeras 14 semanas de gestación como indica la actual legislación.
En su opinión, el debate «está muy claro» y es que se «cree que existen en una sociedad avanzada derechos absolutos pero no es así». «Por eso, lo que ha dicho el Tribunal Constitucional es que cuando hay un conflicto entre derechos, el legislador tiene que resolver el conflicto», señaló Gallardón.
Propiedad del cuerpo
En Palma de Mallorca, el Parlament balear rechazó, con el voto en contra de los diputados del PP, la proposición no de ley presentada por los socialistas con la que reclamaban la retirada del anteproyecto de la ley del aborto porque «hay que dejar» que este «siga su curso parlamentario», justificó la popular Margalida Prohens. En Valencia, medio centenar de mujeres acudió al Registro de la Propiedad de Valencia para tratar de registrar su cuerpo, al entender que es de su propiedad y que, en consecuencia, sólo ellas mandan sobre él. La iniciativa se enmarca en los actos de protesta llevados a cabo en varios puntos de España en protesta por la reforma de la ley del aborto, y en ella las manifestantes han reclamado decidir «sólo» ellas sobre su cuerpo.
Las mujeres subieron en grupos a la oficina del Registro y, una a una, rellenaron la instancia de solicitud de inscripción con sus datos, consignando 'Mi cuerpo' en el apartado 'Bien sobre el que se solicita la inscripción'. Los trabajadores cursaron las diferentes solicitudes y les explicaron que las reciben y aceptan, pero que el Registro está destinado a «registrar bienes inmuebles, no personas».
A su salida del Registro, las solicitantes fueron ovacionadas por sus compañeras, que jalearon el lema: «Nosotras parimos, nosotras decidimos». Una de las mujeres que presentó la solicitud, Cándida Barroso, reivindicó que «sólo las mujeres tienen derecho sobre su propio cuerpo».