Merkel pide calma al resto de países de la UE antes de adoptar medidas contra Suiza
BERLÍN. Actualizado: GuardarEl presidente de la Confederación Helvética, Didier Burkhalter, lidera la complicada tarea de calmar la crispación en Bruselas por el resultado del referéndum del día 9 en el que los suizos, por ajustada mayoría, decidieron limitar la entrada de trabajadores comunitarios en su territorio. Burkhalter viajó ayer a Berlín, donde la canciller Angela Merkel le regaló los oídos con un llamamiento a la calma, aunque no dirigido al país que está poniendo en peligro las relaciones con todos sus vecinos y la viabilidad de su propia economía, sino al resto de socios de la Unión Europea.
En la rueda de prensa conjunta, Merkel por fuerza tuvo que «lamentar el resultado de la votación en Suiza, aunque lo respetamos», pero se esforzó por subrayar que Berna dispone ahora de tres años para traducir en ley la voluntad de sus ciudadanos. «Es muy importante observar que hay una fase de transición», por lo que «tenemos tiempo para conducir las discusiones necesarias. Yo estoy a favor de una solución razonable y Alemania irá en ese sentido».
La canciller optó así por frenar el ánimo de represalia con el que las instituciones comunitarias acogieron, desde la misma noche de la consulta, el futuro establecimiento de cupos para los trabajadores de la UE por parte de Suiza. Y que en los días siguientes se ha traducido, por ejemplo, en la decisión de congelar las negociaciones para incluir al país en los programas Horizonte 2020 y Erasmus+; una medida que equivale a la práctica exclusión de los suizos de la investigación de alto nivel.
El presidente de la Confederación Helvética sigue hoy viaje hasta París, donde declaraciones previas de algunos responsables políticos, que incluso han amenazado con revisar las relaciones bilaterales, le auguran un recibimiento menos complaciente que el ofrecido ayer en Berlín.