Los inspectores de Hacienda quieren actuar de incógnito y pagar a confidentes
Plantean un nuevo estatuto que les permita comprar información relevante para la lucha contra el fraude y utilizar el factor sorpresa
MADRID. Actualizado: GuardarComo si fueran policías o guardias civiles en lucha contra el crimen organizado, los inspectores de Hacienda quieren que el futuro Estatuto de la Agencia Tributaria les dé carta blanca para actuar de incógnito y disponer de fondos 'reservados' para poder pagar a confidentes. Asimismo, reclaman una reforma del sistema de financiación de la Agencia Tributaria para que pueda quedarse con parte de la deuda fiscal liquidada y destinar esos fondos a contratar personal y sufragar sus actividades, además de un sistema de retribuciones con fuertes incentivos por objetivos y productividad.
La Organización Profesional de Inspectores de Hacienda del Estado (IHE), que agrupa a 1.500 de estos profesionales, presentó ayer en Madrid los principios básicos de su propuesta de Estatuto de la Agencia Tributaria. Una iniciativa elaborada a partir de las propuestas de sus asociados y que pretende -dicen- atajar «la pérdida de prestigio social por su supuesta falta de independencia» que ha sufrido este organismo a raíz de los últimos escándalos en torno al expediente de la cementera Cemex y el supuesto trato de favor a la Infanta en el caso Noos.
Lo más llamativo de la apuesta de IHE es su interés por cambiar los protocolos de actuación, para que los inspectores puedan actuar con métodos similares a los que emplean los agentes de los servicios de información. «Queremos poder hacer actuaciones de incógnito, ahora no podemos», recalcó el presidente de la organización, Ransés Pérez Boga, que considera que su trabajo sería más efectivo si pudieran contar con «la posibilidad de la sorpresa» y cazar con las manos en la masa al obligado tributario que defrauda.
«Queremos poder pagar a confidentes y comprar datos fiscales» porque, según explicó el representante de los inspectores, ese es un método que ha dado buenos resultados en otros países. Para ello, han trasladado a las autoridades de la Agencia Tributaria un documento en el que demandan «el mismo régimen que tiene el Ministerio del Interior» para los agentes del Cuerpo Nacional de Policía y de la Guardia Civil en sus labores policiales.
'Policía fiscal'
La asociación de inspectores propone también la creación de una 'policía fiscal', con personal procedente de las unidades operativas del Servicio de Vigilancia Aduanera. Esos agentes actuarían subordinados a un organismo de nueva creación, la Oficina Nacional Antifraude (ONAF), que integraría a funcionarios de la Agencia Tributaria, del Ministerio Fiscal y de las fuerzas de seguridad y asumiría las competencias de investigación del fraude organizado, contrabando y blanqueo.
IHE reclama para la Agencia Tributaria un sistema de información único, informatizado, que recoja todos los datos fiscales en poder de la administración estatal, las haciendas forales, comunidades autónomas y diputaciones, porque «fragmentar la información equivale a no poder combatir en plazo adecuado los fraudes más graves». También quiere que el nombramiento del director de la Agencia Tributaria corresponda al Parlamento por mayoría cualificada, y no al Gobierno, como hasta ahora.
También plantean reforzar la autonomía financiera de la Agencia Tributaria. Para ello quieren fomentar su autofinanciación. Piden que pueda quedarse con el 18% de sus actos de liquidación de deudas y cobrar por determinados servicios prestados para otros órganos y administraciones, a cambio de renunciar a las transferencias del Estado. Además, reclama recuperar el control sobre las Sicav (ahora corresponde a la CNMV) y publicar un censo de morosos y defraudadores.
A través del colectivo Gestha, los técnicos de Hacienda rechazaron la propuesta de los inspectores, a los que acusan de buscar un 'paraíso salarial' en la Agencia Tributaria y un «incremento salarial encubierto».