El piloto ebrio ante sus señorías
Piden a la ministra de Fomento que aclare cómo un comandante voló de Melilla a Madrid con una tasa de alcohol de 0,55 miligramos
MELILLA. Actualizado: GuardarLa ministra de Fomento, Ana Pastor, quizá tendrá que explicar ante sus señorías cómo se permitió efectuar el vuelo IB-8789 entre Melilla y Madrid a un comandante ebrio, según confirmó el control de alcoholemia que la Guardia Civil le practicó nada más aterrizar en Barajas. Pide su comparecencia Gaspar Llamazares, portavoz de Izquierda Plural en la Comisión de Justicia e Interior en el Congreso de los Diputados.
La compañía Air Nostrum, filial de Iberia y operadora del vuelo, defiende su «gestión competente del incidente». Asegura que supo que el piloto podría encontrarse bajo los efectos del alcohol con el vuelo iniciado. Entonces envió a la jefa de escala de la compañía a las oficinas de la Guardia Civil, que acudió con los agentes a la pista de aterrizaje. Allí se practicó un test de alcoholemia al piloto y al copiloto. Solo el primero dio positivo y fue detenido en ese instante por la presunta comisión de un delito.
Cesado inmediatamente de sus funciones, su despido no se haría efectivo hasta que cinco días después la investigación policial confirmó que la intoxicación etílica del comandante superaba los 0,55 miligramos por litro de aire espirado. Una tasa que duplica el límite para conducir un vehículo (0,25 mg/l). De pilotar un automóvil, el comandante habría rozado el delito con pena de prisión. La compañía ha confirmado que se personará en la causa abierta contra su expiloto, J. A. B. R., un varón de 44 años, de nacionalidad española y con domicilio en Valencia.
Fue Coalición por Melilla (CpM) la formación que decidió elevar el asunto al Congreso, al entender que la ciudad autónoma no ha recibido explicaciones. El principal grupo opositor denuncia el silencio de la Delegación del Gobierno en Melilla y del Ejecutivo autonómico. Su líder, el expresidente Mustafá Aberchán, ha recordado al actual mandatario melillense sus amenazas de denunciar el convenio de publicidad con la compañía Air Nostrum -por el que la ciudad aporta al año dos millones y medio de euros- por cuestiones «menos importantes» que la seguridad, como la calidad del servicio. Aberchán recordó que el suceso tiene «antecedentes», en accidentes aéreos en las rutas que unen Melilla con la Península, en los que se barajó como posible causa el alcohol en sangre de los pilotos.
Son muchas las cuestiones para la ministra de Fomento en su comparecencia. Aviación Civil prohibe embarcar «a quien parezca estar bajo los efectos del alcohol», y evitarlo es competencia del comandante. Los síntomas del piloto -según Air Nostrum- fueron apreciados en el aeropuerto de origen. Alguien, cuya su identidad no ha trascendido, percibió «un olor» a su paso por la zona de embarque. El avión salió pese a que el copiloto informó en la Escala de Melilla de la «indisposición» de su comandante, lo que retrasó el despegue. Air Nostrum dice que se personó en las oficinas de la Guardia Civil, pese a que un informe del Instituto Armado refleja que fueron alertados por teléfono. Qué pasó para que el comandante embarcara y volara se pregunta también el Partido Socialista de Melilla, cuyo secretario general y exdelegado del Gobierno, Gregorio Escobar, juzga necesario que Ana Pastor explique el protocolo de actuación en un caso como este y se depuren responsabilidades.