
El Gobierno de Maduro califica las revueltas de «golpe de Estado»
El movimiento estudiantil contra el Gobierno reivindica su carácter pacífico y se desliga de la violencia en la calle
LA HABANA. Actualizado: GuardarLos estudiantes venezolanos están protagonizando una rebelión desconocida en los últimos años en el país. Dicen no tener miedo y llevan más de diez días consecutivos poniendo en jaque al Gobierno que, pese a las protestas callejeras, a las que se han sumado opositores de distinto signo y diversas agrupaciones profesionales, asegura tener controlada la situación. El Ejecutivo chavista insiste en que está en marcha un «golpe de Estado» y mantiene la orden de captura contra el líder opositor Leopoldo López, que ayer, después de que se allanó la vivienda de sus padres en Sucre, adelantó que sigue en el país y que hablaría a sus seguidores.
Sin embargo, los gases lacrimógenos y los perdigones se sintieron la madrugada pasada en Guayana, Estado de Bolívar; en Chacao, al este de Caracas, hubo 23 heridos e intoxicados por el humo. La Guardia Nacional y la Policía han desplegado sus efectivos, apoyados con tanquetas y escudos protectores para enfrentar las piedras de los manifestantes y la quema de vehículos y neumáticos en algunas zonas. Los universitarios dijeron el sábado en un comunicado que «esta lucha que estamos librando sin temor y sin miedo también es para ustedes. No nos vamos a rendir ni aun con la muerte misma, porque estamos todos dispuestos a darle a Nicolás (Maduro), sin miedo; a Diosdado. No tenemos ni una gota de temor. No les tenemos miedo ni a sus amenazas, ni a sus fusiles, ni a sus armas, ni a sus actitudes irracionales por una razón muy sencilla: no negociamos nuestros derechos, no negociamos nuestro futuro con nadie».
Uno de sus líderes, Juan Requesens, deslindó al movimiento de la violencia. Llamó «a la cordura y no hacerle el juego a quienes se infiltran para hacer el caos. No queremos más muertes (.)». «Los que están a esta hora en la calle causando destrozos no son parte del movimiento estudiantil pacífico», escribió en Twitter.
El vicepresidente, Jorge Arreaza, dijo que «ahora la oposición alega que la violencia de sus grupos fascistas es por infiltrados del chavismo. El colmo del descaro y la manipulación». La fiscal general, Luisa Ortega Díaz, apuntó que, de acuerdo a las investigaciones realizadas sobre las protestas de la semana pasada, «pudiéramos estar en presencia de un golpe de Estado contra el presidente». Leopoldo López, buscado como autor intelectual de los desórdenes de estas dos semanas, en las que se contabilizan ya tres muertos, casi un centenar de heridos y decenas de detenidos, utilizó ayer la red social Twitter -una de las vías para las convocatorias de las protestas entre los jóvenes- para avisar: «Al país, en especial a los estudiantes, que siempre he admirado y apoyado, ratifico que la lucha sí es en la calle, el método es la no violencia».
El Ministerio de Comunicación dijo ayer que no se permitirán «manipulaciones», como el uso de fotografías de otros países que se presentan como hechos actuales de Venezuela, y que los «pequeños grupos fascistas» están intentando ejecutar un plan muy parecido al del 2002. «No son estudiantes, son bandas violentas destinadas al derrocamiento de un gobierno», dijeron.
Detenidos
Por su parte, el ministro de Interior, Justicia y Paz, Miguel Rodriguez Torres, reiteró que «las protestas políticas pasaron a ser protestas vandálicas». El ministro indicó que quienes continúan detenidos, 14 personas, «han cometido actos indudablemente muy graves en estas protestas», entre los que citó la quema de patrullas de la Policía Científica, la agresión a funcionarios y el porte de armas de fuego. También personas acusadas de participar en el incendio de un camión en Puerto Cabello (centro-norte) y por un presunto intento de asalto a la casa del gobernador de Aragua (centro).
«El resto han salido bajo distintas modalidades de medidas cautelares y eso demuestra la voluntad que tiene el Gobierno, sobre todo tratándose de estudiantes, de respetar los derechos humanos, de respetar a nuestros estudiantes que jamás les hemos negado nosotros la posibilidad de protestar», señaló.