Juan Antonio Repetto, en la sede del Colegio Médico. :: ANTONIO VÁZQUEZ
Candidato a la presidencia del Colegio Médico de Cádiz

«Es triste ver cómo se marcha la generación de médicos mejor formada»

Juan Antonio Repetto encabeza la única candidatura que se presenta a las elecciones y lo hace con la intención de abrir más la institución a la profesión y a la sociedad

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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El doctor Juan Antonio Repetto, neurocirujano con 35 años de profesión a las espaldas, mira atrás y no se reconoce. Los avances tecnológicos para el diagnóstico y los tratamientos han cambiado por completo la percepción de la medicina. Las preocupaciones ahora son otras, también la preparación de los facultativos, a los que por primera vez les ronda el riesgo del desempleo y la precariedad laboral. En esa pelea quiere estar más presente que nunca el Colegio Médico, que celebra sus elecciones el próximo día 22 con una única candidatura.

-¿Cuáles serán los principales retos de esta nueva etapa?

-En primer lugar mantener el buen nivel del colegio a todos los sentidos, tanto funcional como de actividades. El Colegio ha sufrido unos cambios enormes y la idea es seguir cambiando en positivo, modernizando las estructuras y ampliando la comunicación. Queremos refrescar la imagen, renovarla e intentar que los colegiados quieran pertenecer al colegio, que sientan lo que realmente es, su casa.

-La obligación de la colegiación fue un empeño de la anterior junta directiva a la que pertenece. ¿Continuará en esa tarea?

-Durante este último año ha habido una serie de sentencias del Tribunal Constitucional que afirman que la colegiación debe ser obligatoria, pero estamos a la espera de que se apruebe al fin en el Parlamento la nueva ley de regulación de las profesiones y colegios profesionales, eso va a suponer un cambio. Además contamos con una directiva europea que dice que todas las profesionales que tengan una incidencia sobre la población debe tener un sistema de control y ese es la colegiación. Pero al margen de los cambios legales que puedan favorecerla, queremos que los profesionales deseen pertenecer a este órgano.

-¿Cuáles diría que son los principales problemas de la profesión?

-El principal problema es compartido por el resto de la sociedad: el paro acuciante. Hay que tener en cuenta que el médico, una vez que ejerce su carrera, pude llevar once años de estudio. Una de las cuestiones es la convocatoria de plazas MIR y el número de estudiantes de medicina que se pueden admitir. Si el volumen de alumnos en las universidades es muy superior a las plazas de MIR se crea el problema, porque no encuentran posibilidad de hacer su especialidad. Otra cuestión es la marcha de los especialista, principalmente por las dificultades laborales. El año pasado se fueron de España casi 4.000 médicos con su formación terminada y en nuestra provincia los certificados de idoneidad que son necesarios para ejercer fuera también se duplicaron. Es triste ver como se marcha la que es posiblemente la generación mejor formada de nuestra historia.

-¿Teme que la precariedad laboral pueda suponer un estancamiento en la sanidad pública?

-La primera de nuestras preocupaciones es el paro y la segunda es precisamente la precariedad que encuentran dentro de la sanidad, tanto pública como privada, la situación es difícil para ambas. Contratos de un mes, sueldos que están muy por debajo de la media a nivel nacional, supone una enorme decepción, porque es una profesión muy vocacional y de una enorme responsabilidad. Los recortes han sido graves y lo vemos especialmente en la situación de nuestros médicos, el nivel de desempleo, la falta de plazas en los centros a pesar de que son necesarias. Hay que velar porque las condiciones de trabajo sean dignas y no vamos a cesar en nuestras reivindicaciones para velar por el sostén de la sanidad pública. Pero lo que sí quiero reconocer es que desde que el nuevo equipo ha comenzado a funcionar, el nuevo equipo con el viceconsejero de Salud, Aquilino Alonso, hemos visto un clima de entendimiento mejor. Antes no se nos recibía y ahora se nos consulta, ha sido un cambio de talante espectacular.

-¿Considera que el conflicto por el concierto de las clínicas Pascual es un signo de esa debilidad de la sanidad?

-No sé si es un signo o no de debilidad, pero sí nos preocupa muchísimo por el efecto que puede tener que no se llegue a un entendimiento. Además del efecto que puede tener en la atención sanitaria, sería otro varapalo para la situación laboral con un aumento del paro médico. Este caso es un claro ejemplo del paradigma de colaboración de la sanidad pública y privada, que no tienen por qué estar enfrentadas y, en situaciones como esta, pone de manifiesto los beneficios de esa unión. Confiamos en que se llegue a un entendimiento, porque las consecuencias serían nefastas para nuestra provincia.

-Las agresiones han sido uno de los caballos de batalla durante los últimos años. ¿Se plantea algún tipo de estrategia para combatirlo?

-El problema no ha mejorado. Es un problema importante y en él nos hemos centrado mucho en los últimos años. Las agresiones están muy relacionadas con el empleo digno y las condiciones de trabajo dignas. Si el paciente llega a la consulta y es atendido con un tiempo suficiente con un personal que está más relajado y con menos preocupaciones y existe un servicio de seguridad que lo proteja, las agresiones disminuirían mucho. Nosotros hemos tenido que designar a una letrada casi en exclusiva para este asunto.