La diplomacia de la Generalitat provoca otro choque en CiU

La reunión de la ejecutiva que CiU celebrará mañana puede ser de alto voltaje. Las aguas bajan revueltas en la federación y el enfrentamiento entre los dos sectores de la coalición, el más soberanista y el que apuesta por un encaje de Cataluña en España, es cada vez más público y notorio. Esta guerra interna la personalizan Josep Antoni Duran Lleida y Francesc Homs, íntimos enemigos.

El líder de Unió cargó ayer contra el consejero de la Presidencia, hombre de la máxima confianza de Artur Mas e ideólogo del proceso soberanista. Duran renegó de la política exterior que dirige Homs, «no tengo ni idea -dijo- de lo que está haciendo, pero veo cosas que no me gustan», y censuró al portavoz de la Generalitat por el memorándum de su puño y letra y con el que aspira a rebatir el argumentario que el ministro de Asuntos Exteriores envió a las embajadas de España. En concreto, mostró su indignación por la asimilación que hace entre la situación catalana y la de Ucrania. «Es una barbaridad -afirmó- y estoy convencido de que la mayoría de catalanes no desea un escenario con gente en la calle, con palos, enfrentándose a la Policía y con muertos».

No es la primera vez que Duran expresa sus diferencias con el consejero y su política exterior. En enero, criticó las cartas que el presidente de la Generalitat envió a 27 mandatarios europeos. En octubre criticó el memorial de agravios del Estado contra Cataluña presentado por Homs. El choque entre el dirigente de Unió y el de Convergència tiene un importante componente personal, pero también, ideológico. El líder de Unió rechaza la convocatoria de una consulta ilegal, defiende una tercera vía, y nunca ha escondido que la independencia supondrá para Cataluña la salida de la UE y del euro. Además advierte que el proceso puede romper a CiU, aviso que no hace ninguna gracia a su socio.