Barcina habla por telefono en el Parlamento navarro, que ayer aprobó abrir una investigación. :: J. DIGES / EFE
ESPAÑA

La crisis de Navarra amenaza la frágil paz interna en el PSOE

La dirección del partido rechaza una moción de censura con Bildu, pero el líder del PSN sostiene que la decisión es suya

MADRID. Actualizado: Guardar
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Sorteadas las reválidas de las primarias y de la candidatura europea, la paz interna del PSOE se ve amenazada ahora con el conflicto abierto en Navarra por la intención de los socialistas de esa comunidad de plantear una moción de censura a la presidenta foral, Yolanda Barcina, que sería apoyada por Bildu. La dirección federal del PSOE rechazó esa posibilidad, pero el líder del PSN, Roberto Jiménez, advirtió que la decisión se tomará en Pamplona y no en Madrid.

Lo más probable es que sea una tormenta en un vaso de agua porque hay otras soluciones, pero por el momento la discrepancia se mantiene. El emplazamiento del secretario general de los socialistas navarros a la presidenta de esa comunidad para que dimita por un presunto caso de corrupción fiscal y en caso de no hacerlo presentaría una moción de censura en la que tendría el acompañamiento de Bildu se ha vuelto en contra del PSOE, que se ve apuntado por el PP y Unión del Pueblo Navarro, el partido de Barcina, como compañero de viaje de la izquierda abertzale. Una acusación muy incómoda en puertas de la campaña para las elecciones al Parlamento europeo del 25 de mayo.

La vicesecretaria general del partido, Elena Valenciano, intentó puntualizar que los socialistas no van a ir «ni a la vuelta de la esquina y menos a una aventura política» con Bildu. Pero Jiménez replicó poco después desde la capital navarra: «El PSOE en Navarra soy yo». Y la última palabra, subrayó, la tendrá el Partido Socialista de Navarra. Intentó matizar que no ha dicho que presentará a una moción de censura con la izquierda abertzale porque nunca ha mencionado «una sola sigla».

Todo arranca de la dimisión el 20 de enero de la directora de Hacienda de la comunidad, Idoia Nieves, quien explicó el lunes en el Parlamento navarro que renunció ante las «injerencias» de la vicepresidenta y consejera de Economía Lourdes Goicoechea, quien, según su versión, pretendió conocer su plan de inspección fiscal para saber si entre los contribuyentes examinados había clientes de su asesoría fiscal. Nieves dijo asimismo que Goicoechea trató de parar las inspecciones, reclamó documentación y se interesó por expedientes abiertos. En todos los casos, añadió, se trataba de información referida a clientes suyos.

Jiménez exigió la dimisión de Barcina y la convocatoria de elecciones anticipadas junto con las europeas del 25 de mayo. De no hacerlo, presentaría una moción de censura que tendría asegurado el éxito porque toda la oposición, que suma 27 de los 50 escaños, la secundaría. En ese supuesto se formaría un Gobierno «de gestión» para convocar elecciones esa misma fecha.

Aunque Valenciano descartó que los socialistas vayan a servirse del apoyo de Bildu para la moción, otros dirigentes del PSOE fueron menos tajantes. El secretario general del grupo socialista en el Congreso y precandidato para las primarias, Eduardo Madina, defendió que Navarra tiene derecho a «un tiempo nuevo» sin gobiernos de «la derecha», y arremetió contra el PP por agitar el fantasma de ETA como compañero de viaje de los socialistas. «Siempre que aparecen problemas de corrupción en la derecha aparece una voz en el PP con su palabra mágica, la palabra ETA» porque no tiene otros «argumentos».

Tiempo nuevo

Madina se refería un comentario del vicesecretario de Estudios de los populares, Esteban González Pons, quien señaló que la amenaza de la moción de censura «solo puede significar que han pactado ya gobernar con Bildu, los amigos de ETA». Una tesis a la que se sumó el portavoz del PP en el Congreso, Alfonso Alonso, que instó a Alfredo Pérez Rubalcaba a que «ponga orden» y aborte la «inaceptable» alianza de su partido. La propia Barcina también recurrió a este argumento y denunció que el PSN ha buscado «una excusa para llegar al poder con los votos de Bildu» a pesar de que el líder del PSOE garantizó que nunca sería así.

El cruce dialéctico, sin embargo, puede quedarse en nada porque todo dependerá de las conclusiones a las que llegue la comisión de investigación aprobada ayer por unanimidad en el Parlamento de Navarra y que tiene 15 días para su trabajo. Pero UPN cree que la suerte está echada y «ya tienen las conclusiones hechas», en palabras de su portavoz en la Cámara, Carlos García Adanero. Una sospecha no exenta de base porque en la comisión tienen mayoría los diputados de la oposición. Barcina también es de esa opinión y adelantó que hay «muchísimas posibilidades de que haya elecciones en mayo» ya que el triunfo de la moción de censura es inevitable.