Un hombre, obligado a pagar la residencia a su padre después de que éste le repudiase

Su padre le repudió cuando era un adolescente y estuvieron 43 años sin verse ni hablarse. Aun así, el Tribunal Supremo Alemán (TSA) ha dictaminado que, pese a la pérdida total de contacto y la ruptura de vínculos familiares, el hijo deberá abonar parte de los costes de la residencia de ancianos de su progenitor y que no existen excepciones a la ley que obliga a sufragar una parte de esos gastos si la pensión del afectado no alcanza para cubrirlos. Los jueces dan la razón a la ciudad de Bremen, que había denunciado a un funcionario por negarse a pagar una factura de 9.000 euros de los gastos de la residencia de su padre, quien entre tanto falleció hace dos años.

El caso tiene consecuencias amplias en Alemania, donde no solo la población es cada vez mas vieja, sino que aumenta igualmente el número de hijos de matrimonios divorciados o parejas separadas que han perdido todo contacto con alguno de sus progenitores. La legislación alemana obliga a los hijos -también de los hijos políticos e incluso de los nietos si sus padres hubiesen fallecido- de contribuir al mantenimiento de sus familiares ancianos cuando éstos no cuentan con medios.