Elena Valenciano, en un coloquio sobre la ley del aborto. :: EFE
ESPAÑA

Rubalcaba apuesta todo a las europeas y elige como 'número uno' a Valenciano

El secretario general del PSOE reunió el viernes a los barones para explicar su decisión y evitar la lectura de que empieza a desmantelar su equipo

MADRID. Actualizado: Guardar
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Alfredo Pérez Rubalcaba ha decidido hacer en las europeas del próximo 25 de mayo la apuesta más fuerte de todas las que estaban en su mano. Tras varias semanas de deliberación, el líder de los socialistas ha optado por designar como cabeza de cartel del PSOE a su vicesecretaria general, Elena Valenciano. El éxito o el fracaso de los comicios, la primera contienda electoral de ámbito nacional que se celebra en España desde las generales de 2011, recaerá así de forma directa sobre sus espaldas. Puede significar su hundimiento definitivo, después de dos años de un liderazgo cargado de obstáculos, o el hito que le permita levantar cabeza y constatar que ha cumplido el objetivo de volver a poner en pie a su formación, vapuleada en las urnas hace poco más de dos años.

La decisión era tan delicada, y tan abierta a interpretaciones de calado interno, que Rubalcaba no quiso tomarla sin el acuerdo de los secretarios generales del partido. Este viernes convocó a la mayoría de ellos a una cena en Ferraz para adelantarles la propuesta -que será presentada hoy a la ejecutiva del partido- y hacer un análisis global sobre la situación. Según fuentes del encuentro, al que finalmente asistieron la andaluza Susana Díaz, el valenciano Ximo Puig, el madrileño Tomás Gómez, el castellano-manchego Emiliano García-Page, el gallego José Ramón Gómez Besteiro y el murciano Rafael González Tovar, el acuerdo fue unánime.

Valenciano es considerada por la mayoría una «buena» candidata para intentar movilizar a los simpatizantes más ideologizados. Las europeas no acostumbran a ser unas elecciones muy participativas, aunque algunos crean que en este caso pueden cambiar las pautas. Es eso lo que invita a poner el foco en asuntos que revuelven el ánimo de la ciudadanía, sobre todo, ahora que el PP ha servido en bandeja a los socialistas la denuncia del recorte de derechos y libertades públicas con la ley de seguridad ciudadana o la ley del aborto. Una batalla en la que la número dos del partido se ha implicado de manera singular.

Rubalcaba había manejado también la opción de Ramón Jáuregui, y todo apunta a que irá de número dos. Hubo un momento en el que incluso consideró la posibilidad de que el exvicelehendakari y exministro de Presidencia hiciera tándem con Valenciano como 'dos'. Pero tanto él como la propia dirigente madrileña -que ya fue europarlamentaria antes de entrar en la ejecutiva en 2007, y ha conservado la responsabilidad de las relaciones europeas e internacionales del partido a la que se dedicaba en la pasada legislatura- llegaron a la conclusión de que esa jugada no tenía sentido. Era como tirar la piedra y esconder la mano o echar agua a un café deliberadamente cargado.

Relevancia

Jáuregui, una de las figuras más respetadas del partido, también era a juicio de la inmensa mayoría de los dirigentes socialistas una opción «adecuada». Pero su perfil es más conservador y, además, está ya en la recta final de su carrera política. El PSOE lleva meses defendiendo que estas elecciones van a ser la más importantes desde la creación del Parlamento europeo, que ahora tiene más competencias que nunca y mayor impacto sobre la política nacional. Y mandar a Europa a alguien que se bate a diario en la primera línea política, algo nunca visto en España pero más habitual en países centroeuropeos, transmite por sí sola la idea de que de verdad se cree en la relevancia de la Eurocámara.

El encuentro con los barones, además, permitió sortear otro de los grandes temores del secretario general: que se interpretara su decisión como el desmantelamiento de la ejecutiva. Dicho de otro modo, su eminente marcha. No es esa, según los asistentes al encuentro, la lectura general. Entre otras cosas, porque Valenciano no tiene la más mínima intención de abandonar la vicesecretaría general. Compatibilizará su cargo como número dos con su papel como jefe de delegación en Bruselas y Estrasburgo. Ya es, en la actualidad, vicepresidenta del partido de los socialistas europeos (PES).

Aún queda por decidir el resto de las listas en las que las federaciones tendrán, como siempre, mucho que decir. Será el Comité Federal de marzo el que las ratifique, pero Rubalcaba ya ha advertido de que no dará pie a una estampida de exministros. Los socialistas aspiran a un mínimo de 17 escaños y aseguran que tienen muchas posibilidades de superar al PP. Eso les valdría. Aunque fuera por uno.