Cerrado apoyo a Arantza Quiroga y a Alicia Sánchez Camacho
VALLADOLID. Actualizado: GuardarMariano Rajoy mimó en el discurso de clausura de la convención nacional del PP a las dos dirigentes regionales más contestadas en los últimos meses. El líder de los populares prescindió de su habitual calculada ambigüedad a la hora de abordar controversias internas y recalcó que hacía suyas las decisiones de Alicia Sánchez-Camacho y de Arantza Quiroga, presidentas de los populares catalanes y vascos, respectivamente.
El PP adolece de un mensaje único en relación al final de la banda terrorista ETA, tal y como quedó demostrado en el cónclave. De hecho, se escucharon tres versiones distintas sobre esta cuestión capital. Jorge Fernández, ministro del Interior, aseguró que «ETA está derrotada». La presidenta del PP de Madrid, Esperanza Aguirre, afirmó lo contrario. «ETA no está derrotada, aunque algunos en el PP crean que sí». Esteban González Pons, vicesecretario de Ideas y Programas del partido, intentó buscar un punto intermedio entre ambos análisis, pero tan poco arrojó mucha luz. «ETA está derrotada, pero no vencida».
Rajoy no se decantó por ninguno de estos tres matices, pero subrayó que «la disolución incondicional de ETA y la derrota definitiva del terrorismo, con todas las consecuencias, es el único final aceptable de esta historia». Un desenlace que, a su juicio, también sería el mejor homenaje a las víctimas del terrorismo.
Sobre el pulso soberanista de CiU y ERC, el máximo dirigente popular evitó las alusiones a la consulta, pero se empleó a fondo en respaldar la «defensa de la unidad de España» que hace Sánchez-Camacho. Lo más llamativo es que Rajoy, poco dado a estos gestos, agradeció al PP de Cataluña su esfuerzo. «No estáis solos, nos tenéis detrás a nosotros», les garantizó. A su juicio, hay mucha gente en Cataluña que «guarda silencio, pero que no quiere que os calléis».