Sociedad

«Nos preocupa más el Balón de Oro que quienes nos salvan la vida»

El autor de 'best sellers' publica 'El paciente', un thriller médico-político de ritmo trepidante con dosis de intriga y denuncia social Juan Gómez-Jurado Escritor y periodista

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

El presidente de EE UU padece un tumor cerebral virulento y el neurocirujano David Evans tiene que operarlo. Pero se enfrenta a un terrible dilema: si el mandatario sale vivo de la mesa de operaciones, la hija del eminente médico será sacrificada por su secuestrador. Con estos mimbres el escritor de 'best sellers' y periodista Juan Gómez-Jurado ha trenzado un thriller que no da respiro al lector y que tiene todos los ingredientes para convertirse en un éxito de ventas. De hecho, la novela, titulada 'El paciente' (Planeta), aparecerá en 40 países y Hollywood ya ha comprado los derechos para llevarla a la gran pantalla. El libro tiene buenas dosis de intriga, como manda el género, pero también de crítica social, especialmente hacia el negocio de la sanidad y las desigualdades que comporta el modelo norteamericano.

-¿Se parece el complejo presidencia al que pintó Aaron Sorkin en 'El ala oeste de la Casa Blanca'?

-En algunas cosas es bastante peor y en otras mejor. Estoy contento de haber tenido la oportunidad de haber hablado con gente que ha trabajado allí. Es un lugar menos glamuroso de lo que la gente cree, resulta tan aséptico que se parece más a una oficina. Pero bajo esa superficie hay algo mucho peor de lo que podemos imaginar.

-¿Por qué eligió EE UU para ubicar la acción?

-EE UU es el espejo en el que nos miramos. Pero para mí no era tan importante la ambientación de la historia como el dilema moral, que el protagonista tenga que elegir entre asesinar a alguien o que su hija muera.

-El libro se va adaptar al cine. ¿Quién le gustaría que interpretara a Evans?

- Clive Owen. Si estuviéramos en los 90 habría dicho Harrinson Ford, porque es el ejemplo de hombre bueno sometido a una tremenda presión. El personaje principal tiene muchísimos matices y dobleces que se traducen en un ego muy pronunciado. En ese sentido, Clive Owen sería un intérprete fantástico; me encantó en 'Hijos de los hombres'. Es una pena que no le escogieran para dar vida a James Bond.

-¿Y como primera dama?

-Habría de ser afroamericana, pero sinceramente no soy capaz de dar un nombre.

-Habla usted de la sanidad privada en EE UU. ¿Por qué ese empeño de algunos en copiar un modelo tan poco equitativo?

-Porque los políticos están favoreciendo los intereses de unos pocos. El hecho de que se quieran privatizar hospitales, se reduzcan los servicios y se anime a la gente a contratar seguros privados obedece a intereses económicos.

-La novela trasluce su enfado por la situación social.

-Estamos perdiendo derechos en sanidad y educación, al tiempo que se piden sacrificios a la población que no se exigen a los de arriba. Me revienta que paguemos un sueldo de mileurista a una persona que dedica 14 años de su vida a convertirse en uno de los mejores profesionales del mundo. Y mientras eso ocurre le damos a un político sin ninguna preparación 3.000 euros al mes. Si a las personas que sostienen la sociedad, como los maestros, los médicos, los profesores de universidad, no les damos la relevancia que se merecen tendremos una sociedad mentecata y pusilánime.

-¿Por qué no hay una respuesta social más contundente?

-Porque estamos más preocupados por el Balón de Oro que por aquellos que nos van a salvar la vida dentro de unos años. El día que necesitemos aquello por lo que no hemos peleado nos arrepentiremos mucho.

-¿Le apena la crisis del sector del libro?

-A pesar de que hay un proceso al que nos están abocando el mercado y la crisis, tengo esperanza. Ahora mismo en EE UU la venta de libros electrónicos ha dejado de crecer como en otros años y experimenta un estancamiento, aunque las cifras de facturación son mucho más abultadas que las que se registran en España. Es un motivo de satisfacción para la edición en papel y las librerías. Creo que algo de eso ocurre en España.

-¿Cómo ve el periodismo actual?

-La situación es complicada. Se está recortando el salario de los redactores y de aquellos que tienen talento mientras los directivos siguen cobrando auténticas salvajadas y pretendiendo que la guerra la ganen cuatro soldados con veinte generales. Es terrible. Los periodistas no debemos tanto contar la actualidad como explicarla. Por eso he decidido hacer reportajes más grandes que los habituales.