El Salvador acude a las urnas bajo el peso de la violencia y la pobreza
LA HABANA. Actualizado: GuardarEl Salvador vota hoy si vuelve a confiar en el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), actualmente en el Gobierno, o da una oportunidad a la derecha y el centro que representan respectivamente los candidatos de la Alianza Republicana Nacionalista (Arena) y la coalición Unidad. La procedencia de los tres principales aspirantes es diversa. Según las encuestas, los votos se repartirán entre los opositores, lo que garantiza a la exguerrilla el pase a una segunda vuelta que se celebraría el 9 de marzo.
El excomandante guerrillero y actual vicepresidente Salvador Sánchez Cerén parte con una ventaja de 8 puntos en los sondeos. Su principal rival es el exalcalde capitalino Norman Quijano, de Arena, pero podría pagar las consecuencias de la investigación a la que ha sido sometido uno de sus principales líderes, el expresidente Francisco Flores, buscado por la Policía para que testifique en una comisión especial por el desvío de 10 millones de dólares en donaciones.
En tercer lugar aparece el fundador de Unidad, el expresidente Antonio Saca (2004-2009), también en otros tiempos una destacada figura de Arena, que compite con un amplio programa de propuestas sociales. Además se presentan los partidos Fraternidad Patriótica Salvadoreña y Progresista Salvadoreño, que de acuerdo con las encuestas no tienen posibilidades en los comicios.
Inestabilidad y delincuencia
El reto para el vencedor será lidiar con un país dividido, aunque en 1992 se firmó un acuerdo de paz para finalizar una cruenta guerra civil. Una nación con la economía maltrecha y todavía inmersa en la violencia y la inseguridad, pese la tregua aceptada por las pandillas que logró el presidente Mauricio Funes en 2012.
Según el mandatario, que asumió el poder en 2009 -la Constitución prohíbe la reelección inmediata-, la pobreza ha pasado del 40% al 29%, lo que ha incidido en la disminución de la masiva migración de salvadoreños hacia Estados Unidos.
Los cerca de cinco millones de electores decidirán entre la propuesta de Sánchez Cerén, 69 años, y el desarrollo de los programas sociales emprendidos por Funes: reparto de uniformes escolares, o la garantía de un vaso de leche diario a cada niño en edad escolar. Quijano, por su parte, ha prometido «utilizar todo el aparato del Estado para combatir la delincuencia», apostando además por la justicia militar. El odontólogo de 67 años sostiene que la Constitución otorga poderes para «hacer uso de la fuerza armada» si «la ciudadanía corre peligro».