Salvi, en la imagen ante el Arroyo, jugó ayer los 90 minutos. :: FRANCIS JIMÉNEZ
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Golpe de timón de un Sanluqueño que se aferra a la salvación

Los pupilos de Puma tiran de casta y valentía para vencer a un rival directo; Bernardo adelanta al Córdoba B, pero Oca y Amado sellan la remontada tras el descanso

CÓRDOBA. Actualizado: Guardar
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Balón de oxígeno para el Atlético Sanluqueño, que ayer salió victorioso de una auténtica final en El Carpio ante el Córdoba B (1-2). Y eso que los locales, que habían vencido de manera sorprendente en La Línea de la Concepción, se adelantaron poco antes de la media hora con un gol de Bernardo. El zaguero recogió un rechace del larguero, tras parada de Fernando Molero, y colocó el 1-0 en el marcador. Antes avisó Javi Cabezas.

Una vez más, el Atlético Sanluqueño se colocaba en desventaja en el marcador. Y eso que el ariete Alberto Antón (ayer debutó y estuvo bastante entonado) y Chakir (al final no se fue) tuvieron el gol en su poder.

Pero lejos de caer en los errores del pasado, el equipo verdiblanco se hizo fuerte y puso en aprietos al meta Razak. Salvi no pudo batir al meta local, pero los sanluqueños transmitían pundonor. El 'efecto Puma' se notó sobre el césped.

Los locales tampoco se arrugaron y merodearon el marco del meta Fernando Molero, criado en la cantera cordobesista y que ayer regresó como visitante.

Con las señas verdiblancas

El premio a tanto esfuerzo llegó al regreso de los vestuarios. Oca empató con un testarazo en el minuto 54 y la ilusión sanluqueña aumentó. Y todo ello pese a la expulsión de Puma poco después. Daba igual, ya que desde el banquillo o la grada se dejó notar sobre el césped el espíritu ganador del técnico.

La remontada se confirmó gracias a Amado, otro de los fichajes invernales de un Atlético Sanluqueño totalmente renovado. El zaguero colocó el cuero lejos del alcance de Razak en el 72' y Molero hizo después el resto con sus intervenciones.

También debutó con los locales Carlos Fernández, que en la primera vuelta dejó los puntos en El Palmar cuando era jugador del Sanluqueño. Esta vez no acertó.

Al final, la proeza se consumó y los pupilos de Puma se aferran a la esperanza. Es posible. Sí se puede.