La calificación de la deuda soberana supedita el test de estrés a la banca española
Los bancos deberán tener un porcentaje de capital del 5,5% en el escenario estresado para no suspender y del 8% en el normal
BRUSELAS. Actualizado: GuardarEl sector financiero europeo afrontará este año una prueba de fuego de cuyas reglas y resultados depende el futuro inmediato de una economía comunitaria que ha logrado subirse al tren de la recuperación. Es verdad que circula al ralentí, pero avanza al fin y al cabo. Ayer, la Autoridad Bancaria Europea (EBA, por sus siglas en inglés), desveló los criterios fijados para que en coordinación con el Banco Central Europeo (BCE) 'desnuden' en mayo a las principales entidades de la UE. Al final serán 124 y no 128, de las que 16 son españolas, casi la práctica totalidad del sector.
La EBA, con sede en Londres, comunicó ayer que los bancos deberán superar un ratio del 8% de capital de máxima calidad (Tier 1) en un escenario normal. Es la parte del examen llamada 'Asset Qualitiy Review' o calificación de los activos existentes, incluso debajo de las alfombras. Por su parte, para un escenario adverso, de compleja recesión durante un periodo de tres años entre 2014 y 2016, el porcentaje fijado para no suspender el test de estrés será del 5,5%, más bajo de lo previsto por el BCE, que busca a todo costa lanzar un mensaje de rigor a los mercados antes se asumir en octubre el Mecanismo Único de Supervisión y sobre todo, tras el descalabro del última examen, realizado en 2011 y que fue un coladero. No hay que olvidar que dos gigantes como Bankia y Dexia aprobaron sin apuros y a los meses tuvieron que ser rescatados (el corte fijada fue el de 5 y no del 5,5%).
Tanto el Ministerio de Economía como el Banco de España, que hace un par de meses hizo una simulación con buenos resultados, confían en que los 16 alumnos españoles no suspendan y que en el peor de los casos, si alguno necesita recurrir al mercado a solicitar capital, la cuantía sea asumible.
El caballo de batalla, sin embargo, va a estar en el tratamiento que se dé a la deuda soberana, que inunda los balances del sector financiero español -272.000 millones, según los datos del BCE-. Fuentes oficiales de la EBA confirmaron que los criterios serán los mismos que emplearon en 2011, pero no menos cierto es que la calidad crediticia del bono español es muy inferior. Los escenarios de estrés afectarán al precio de todas las posiciones de deuda pública, incluyendo la exposición fuera de balance. A la que se encuentre en la cartera de negociación se le aplicarán precios de mercado, con pérdidas realizadas inmediatamente. La que se mantiene hasta su vencimiento estará sujeta a un cambio en la ponderación de riesgo. La deuda disponible para la venta también se contabilizará a precios de mercado, pero el impacto en el capital dependerá de las decisiones que adopten los supervisores.
El ejercicio se llevará a cabo sobre la base de las cifras consolidadas de 2013. Los bancos estarán obligados a someter a estrés un conjunto común de riesgos: riesgo de crédito, riesgo de mercado, riesgo soberano, la titulización y el coste de financiación.