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Trierweiler se siente libre de las traiciones de la política
«Cuando lo supe, creía caer de un rascacielos», dice la ex primera dama francesa de la infidelidad de François Hollande con Julie Gayet
PARÍS. Actualizado: GuardarValérie Trierweiler se siente liberada de las servidumbres del poder, «un mundo en el que la traición es rentable y eso no son mis valores». La ex primera dama francesa afronta su nueva vida desparejada como «un regreso hacia la libertad, lejos del mundo político y sus traiciones». La periodista ha confiado a la revista Paris Match y al diario Le Parisien sus impresiones de «mujer libre, soltera por primera vez en 30 años». «Cuando lo supe, creí caer de un rascacielos», confiesa en portada del semanario en el que trabaja sobre la revelación del idilio de François Hollande con Julie Gayet.
Trierweiler, que dentro de quince días cumplirá 49 años, confirma que «el alejamiento había comenzado» ya entre ella y el presidente. Reconoce que le habían llegado rumores sobre las infidelidades de su compañero con la actriz pero dice que no les prestaba atención. El jueves 9 de enero, víspera de la exclusiva de Closer, el presidente fue a verla a última hora del día. Se tiraron toda la noche «discutiendo, sin comer ni dormir». El viernes, al escuchar los informativos, se desmayó, su tensión bajó a 6 y aceptó ser hospitalizada.
«Puede parecer extraño pero, para mí, no atravieso por un período de crisis», puntualiza. «No es la primera ruptura en mi vida. Es violenta porque es mediática», observa la madre de tres hijos, dos veces divorciada. «Hay que ser dos para amarse, pero basta uno para dejarlo», filosofa tras analizar el lacónico mensaje unilateral de ruptura emitido por su ex: «18 palabras, casi una por cada mes pasado juntos desde su elección».
La hija de cajera e inválido civil, criada en una vivienda de protección oficial, apunta que «no me gustaban los lujos del Elíseo». «Llega un momento en que ya no hay vida. Nosotros no hemos vivido el poder de la misma manera. Eso rompió algo. Hubiera preferido una vida normal y quizás seguiríamos juntos hoy. Sé quién soy, puedo mirarme en el espejo. Soy libre», plantea.
«Es triste», dice Sarkozy
La ex de Hollande proclama que «no me arrepiento de nada». «Lo que he vivido ha sido una secuencia de vida extraordinaria que me ha conducido a otra cosa. Voy a reanudar mi vida de antes, pero estará enriquecida por una experiencia nueva», anuncia la periodista, a la que no le apetece volver a la información política pero no descarta escribir un libro.
Mientras tanto, Nicolas Sarkozy fue interrogado ayer acerca de la ruptura sentimental de su sucesor. «Cuando se es presidente se tiene un deber. Es triste», se limitó a comentar a los periodistas que acompañaban al líder conservador en un desplazamiento a uno de los actos públicos del retirado más activo de la política francesa.
Por su parte la periodista Anne Sinclair, exmujer del antiguo ministro socialista Dominique Strauss-Kahn, opinó que «no debemos juzgar a un personaje público por sus historias privadas, por sus aventuras sentimentales». «Siempre y cuando no influya en su vida pública, no tenemos por qué pedirle cuentas», declaró a la emisora de radio Europe-1.
de los franceses desaprueba la manera en que el presidente comunicó su ruptura.