El establecimiento lleva funcionando con regularidad desde 2005. :: L. V.
Chiclana

Aire fresco en el apartahotel Tartessus

La jueza de lo mercantil aparta al administrador concursal por el incremento de la deuda y la negativa a presentar las cuentas

| CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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El apartahotel Tartessus, uno de los establecimientos más conocidos del Novo Sancti Petri, afrontará la próxima temporada alta con una nueva gestión y la intención de reflotar el negocio. Al menos ese es el empeño de los accionistas, que se han vuelto a hacer cargo del establecimiento turístico, después de que la sociedad que lo explotaba, Omega Royal State, completara el proceso concursal que solicitó en noviembre de 2010. En estos tres años que ha durado el concurso, no sólo la deuda se ha disparado, sino que se ha llegado a una situación de «desgobierno», tal como recoge la sentencia emitida reciente mente por el juzgado de lo Mercantil de Cádiz, que ha apartado definitivamente al hasta ahora administrador concursal, Pedro Montero Cobo.

El documento judicial plantea entre los motivos de este cese la falta de transparencia en la gestión y exige información sobre decisiones tomadas como el despido de trabajadores en 2012 y 2013, así como de contrataciones posteriores e incluso las denuncias de empleados y las indemnizaciones pagadas. Al margen de los problemas internos, la actividad del negocio ha mantenido la normalidad hasta ahora, con una ocupación media que roza el 90% en la temporada alta.

Esta manera de proceder, junto con los estragos de la crisis, ha influido enormemente en los beneficios de los accionistas que se ha reducido enormemente, hasta el punto de que algunos se han visto obligados a renegociar sus créditos, según apuntan fuentes del sector turístico. Ante este quebranto económico que sufrieron desde el principio, pusieron en conocimiento del juzgado de lo Mercantil su malestar por la situación, pero no ha sido hasta finales del año pasado cuando se abordó este caso.

El primer intento

La intención ahora es encontrar una nueva sociedad que explote el negocio, que dispone de 272 apartamentos, y lleve a cabo una gestión solvente. Ya hubo un primer intento por parte de la firma mallorquina BQ Hoteles, con una trayectoria impecable en el sector, que tomó las riendas del apartahotel durante la primavera de 2012. En ese tiempo llegó incluso a cambiar su nombre por BQ Sancti Petri e integrarlo en una cadena de al menos otros doce establecimientos. Pero aquella relación comercial duró un par de meses por discrepancias con la dirección del alojamiento y optó por abandonar.

La mayor incertidumbre recae ahora sobre los trabajadores, que llegan a superar el medio centenar durante la temporada alta. Sobre ellos pesa la sospecha de un ERE que la dirección anunció antes de que fuese cesado el administrador concursal. Fuentes de la plantilla explicaron que no se ha llegado a presentar y hasta el momento todos se encuentran al día en el pago de sus nóminas, pero aseguran que «el director ha sido despedido y la labor comercial en cuanto a las reservas para la próxima temporada es absolutamente nula».