Un Santo que va visitando a los enfermos del pueblo

Haciendo honor a la fama de ser un santo manso y bueno, tal y como establece el santoral católico, la tradición marca que San Blas recorre el pueblo de Benaocaz visitando las casa de los enfermos. El Santo tiene fama de curar las afecciones de garganta y tradicionalmente quienes padecen estas afecciones suelen colgar un cordón al cuello de San Blas, en los días previos, para recuperarlo el día de la procesión y colgárselo a quienes padecen estos problemas. Antiguamente eran los quintos quienes portaban al santo pero ahora simplemente son los jóvenes del pueblo quienes lo pasean. Se ha perdido la costumbre de colgarle chacinas de la zona al Santo. Las mismas se terminaban degustando por los asistentes a la fiesta.