Susana Díaz advierte al PSOE de que las primarias no resolverán sus problemas
La presidenta de Andalucía comparte con la cúpula del partido que aún queda mucho para recuperar la confianza de los ciudadanos
Actualizado: GuardarLa presidenta de Andalucía, Susana Díaz, lanzó ayer en Madrid una advertencia que Alfredo Pérez Rubalcaba jamás se habría podido permitir en un contexto como el que vive el primer partido de la oposición: «Las primarias no son la panacea, son un gran instrumento, pero no la solución a los problemas de los socialistas». Lo piensa de verdad y lo dice allá donde va. Sus palabras reflejan por un lado el vértigo a una fórmula que aún está por explorar y, por otro, la noción, también compartida por la cúpula del partido, de que al PSOE aún le queda mucho por hacer si quiere recuperar la confianza de los ciudadanos.
La federación andaluza, hasta hace unos meses con José Antonio Griñán y ahora con la política sevillana al frente, siempre ha mirado con cierta prevención las prisas mostradas por algunos barones y personalidades del partido para embarcarse en un proceso que puede provocar gran inestabilidad interna. Su planteamiento, en síntesis, era el de que, puestos a ser rompedores, se intentara una voladura controlada. Ejerció así de dique frente a los cíclicos ataques de nervios que han sacudido a la formación a la vista de un liderazgo interno debilitado. Y sólo pasada la Conferencia Política de noviembre, cuando Rubalcaba pudo gritar aquello de «El PSOE ha vuelto», abrió las compuertas.
Ahora, la poderosa Susana Díaz, a la que prácticamente se ha rendido todo el socialismo español, tiene poco margen para intervenir en la campaña que pasadas las elecciones europeas de mayo abrirán los aspirantes de su partido a la presidencia del Gobierno. O eso cree la mayoría de los dirigentes. Si en el 38 Congreso se mojó por Carme Chacón, ahora muchos afirman que ya no apoya a la exministra y que, en todo caso, se mantendrá a un lado. Pero tiene otro modo de influir, como creadora de opinión, y en su advertencia de que las primarias no son la solución está implícito el mensaje de que el proyecto ha de contar tanto como la cara.
Lo que quieran
De momento, juega a la neutralidad. El pasado sábado afirmó que Patxi López, más que probable contendiente en las primarias, podría ser «lo que él quiera». Y lo mismo repitió ayer del líder de los socialistas castellano-manchegos, Emiliano García-Page, al que presentó en una charla en el hotel Ritz. No resultaría chocante si, como todo hace pensar, el también alcalde de Toledo centra sus anhelos exclusivamente en su comunidad autónoma. Pero él mismo sembró una cierta duda sobre sus intenciones al asegurar que no descarta «ningún escenario».
García-Page, uno de los barones que más interés había mostrado en que la cuestión de las primarias se resolviera cuanto antes y, sobre todo, antes de las autonómicas y municipales de mayo de 2015, también advirtió de que la decisión de poner en manos de los ciudadanos una cuestión tan relevante como la designación del cabeza de cartel del partido, hasta ahora resuelta de manera interna, tiene «riesgos». Y da cierto miedo. Pero, como Díaz, argumentó que es el momento de hacer cambios para responder a las exigencias de una sociedad desencantada con la política. «¿Puede salir mal? Pero van a oxigenar», dijo.
«Cambio» fue una de las palabras en las que mayor hincapié hizo el político castellano-manchego. Desde hace meses, muestra su convicción de que Rubalcaba no se presentará a la contienda. Pero ayer no arriesgó. Es más, dedicó al líder del partido, al que apoyó en el congreso de Sevilla, palabras elogiosas. «Hemos tenido suerte de que le tocara administrar a él un momento dificil», dijo. Lo que no quita para que el secretario general del PSOE de Castilla-La Mancha pusiera sobre la mesa, de nuevo, el enorme desgaste que supuso la derrota de 2011 primero y la gestión del naufragio, después. «Se ha ganado el derecho a decidir, nadie discute su capacidad», admitió. Pero acto seguido añadió: «Si todos somos lo que somos más las circunstancias que nos rodean, Rubalcaba tiene más capacidades reconocidas que las circunstancias que en este momento le rodean».