El Ecofin pide al Parlamento desbloquear la unión bancaria

«No dar el impulso definitivo a la unión bancaria antes de que termine la legislatura sería el peor de los escenarios. Confío en que haya un acuerdo entre el Consejo Europeo y el Europarlamento porque todos saben lo mucho que está en juego». Lo dijo Luis de Guindos, pero lo pudo suscribir cualquiera de los 28 ministros de Finanzas de la UE que ayer participaron en el Ecofin, toda la cúpula del Banco Central Europeo o los máximos representantes de la Comisión, también presentes en la cita.

Y es que la unión bancaria, el gran proyecto económico de la UE desde la creación de la moneda única, pende de un hilo ya que la Eurocámara, que se disolverá en mayo por las elecciones, se niega a respaldar el acuerdo de máximos alcanzado a finales de diciembre por los 28 sobre el diseño y puesta en marcha del Mecanismo Único de Resolución (MUR). Un ente supranacional capaz de decidir sobre la reestructuración o incluso la liquidación de un banco en caso de que los expertos consideren que no es viable. El MUR es el segundo pilar de la unión bancaria tras la creación y ya puesta en marcha del Mecanismo Único de Supervisión (MUS) bajo la disciplina del BCE.

Fondo de resolución

Ahora, se trata de dar un nuevo impulso con la creación de un gran dique de contención comunitario ('backstop') para afrontar imprevistos. El Consejo acordó un fondo de 55.000 millones que serán aportados por los bancos pero que no estará vigente hasta 2026.

Mientras, como quería Alemania, los países tendrán que afrontar sus problemas internos hasta que se llegue esa ansiada mutualización del riesgo dentro de una década. Un plazo que el Parlamento considera inaceptable, que pide rebajarlo a cinco años -también el BCE- y hacer un ente más europeo.