Rajoy y Mayor Oreja, en un acto de la campaña a las elecciones europeas de 2009. :: CHEMA MOYA / EFE
ESPAÑA

La renuncia de Mayor Oreja ahonda la quiebra entre Rajoy y el ala más conservadora del PP

El jefe del Ejecutivo tendrá que adelantar su primera crisis de Gobierno para nombrar candidato al ministro Arias Cañete

MADRID. Actualizado: Guardar
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Jaime Mayor Oreja comunicó a Mariano Rajoy el 9 y 24 de este mes que no debería repetir como número uno en la candidatura del PP para las elecciones europeas del 25 de mayo. Esta fue la versión que ofreció ayer la dirección del PP sobre cómo se gestó una renuncia que, pese a ser esperada, ha incrementado la fractura entre el presidente del Gobierno y el ala más conservadora del PP.

La noticia llega en plena convulsión por la aparición de Vox, una formación compuesta por destacados exmilitantes populares que han acusado a Rajoy de traicionar los ideales del partido en cuestiones tan sensibles como la lucha antiterrorista o la defensa de la unidad de España ante el pulso de los soberanistas catalanes. El jefe del Ejecutivo se apresuró a desmentir desde Roma que la renuncia de Mayor Oreja y la baja de Alejo Vidal-Quadras, y su fichaje por Vox, son dos hechos que «no tienen nada que ver» entre sí. «No hilo ni junto una cosa con la otra. Son dos cosas diferentes», insistió.

Es más, mostró su confianza en que Mayor Oreja seguirá en el PP. «Él sigue con nosotros y estoy convencido de que seguirá en la actividad política» del partido, dijo Rajoy en tono convencido.

Mayor Oreja, sin embargo, se mostró menos claro, casi enigmático, al comentar los motivos que le han llevado a no volver a presidir el Grupo Popular en el Parlamento Europeo tras diez años en el cargo. «Creo que es lo normal, natural y lógico y a nadie le puede sorprender la decisión que he adoptado», respondió en una especie de aviso a navegantes. No quiso aclarar, pese a las insistentes preguntas, a qué se refería ni a quién no debería extrañar su paso.

El adiós del exministro del Interior trastoca los planes de Rajoy y del PP a pocos días de inaugurar la convención nacional del partido en Valladolid. Un cónclave que, en principio, se ideó para ensalzar las reformas y los ajustes del Gobierno que, según el argumentario popular, han logrado evitar la quiebra de España.

Por mucho ahínco que ponga María Dolores de Cospedal y su equipo en evitarlo, el debate, soterrado o no, se centrará en si este goteo de renuncias y adioses puede afectar a los cimientos de la formación. Por lo pronto, la vieja guardia del PP ha desaparecido. Con el abandono de Mayor Oreja, el único estrecho colaborador de José María Aznar que queda en la primera línea política es el propio Rajoy. Javier Arenas se mantiene en la dirección nacional del partido, pero con un perfil bajo dentro del núcleo duro del PP, aunque mantiene el afecto de Rajoy. Por el camino se han quedado, entre otros, Rodrigo Rato, Francisco Álvarez-Cascos, Federico Trillo, Ángel Acebes, Eduardo Zaplana y, ahora, Mayor Oreja.

En este contexto, no parece casual la referencia que el jefe del Ejecutivo hizo durante la rueda de prensa conjunta en Roma con el primer ministro italiano, Enrico Letta, a esa época. Rajoy incidió en que tiene «la mejor opinión» de su excompañero de Gobierno, al que sustituyó al frente del Ministro del Interior bajo el mandato de Aznar.

Relevo

Esta irrevocable decisión del portavoz del Grupo Popular en el Parlamento Europeo obliga al presidente del Gobierno a variar su hoja de ruta y precipitar la que será su primera crisis desde que formó el Ejecutivo en diciembre de 2011. Rajoy, como recalcó en su última entrevista televisiva, hubiera preferido llegar al final de la legislatura con los mismos ministros con los que comenzó su andadura en Moncloa. No podrá ser.

El ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, es el candidato con más posibilidades para encabezar la lista del PP a los comicios europeos, según coinciden en señalar fuentes del Gobierno y de la dirección del partido. Esto supondría su obligada marcha del Ejecutivo antes de que se convoquen los comicios de mayo. Un análisis que, en cualquier caso, debe ponerse en cuarentena ante el escrupuloso silencio de Rajoy sobre sus planes para relevar a Mayor Oreja. «El sustituto -avisó- todavía no lo hemos decidido y lo decidiremos cuando toque, no tenemos ninguna dificultad ni ningún problema en relación con ese asunto».

Rajoy afirmó en diciembre que el nombre del cabeza de lista del PP se conocería «después del turrón». Sus dudas, motivadas por unas encuestas que ya son negativas, le hicieron posponer esta decisión. Desde el PP recuerdan además que ni PSOE ni IU han hecho público aún sus respectivos candidatos.