El Príncipe deja sin avión a Rajoy para acudir a la cumbre en Roma
Defensa envía el segundo Airbus 310 a Honduras y la Moncloa tiene que pedir prestado un aparato a Bélgica para trasladar a la misión gubernamental
MADRID. Actualizado: GuardarLa decisión del ministro de Defensa, Pedro Morenés, de adoptar todas las medidas necesarias para cerciorarse de que el Príncipe regresaba a España de su viaje oficial a Honduras «con las máximas garantías de seguridad», para lo que envió el segundo Airbus, dejó ayer a Mariano Rajoy y sus ministros sin el avión con el que iba a desplazarse a Roma para asistir ala XVIII cumbre con Italia.
El imprevisto, motivado por la avería sufrida el domingo por el avión con que don Felipe se desplazó a Tegucigalpa, obligó al Ejecutivo español a variar sus planes y a pedir prestado a las autoridades belgas un aparato con el que completar la flotilla de tres pequeños aviones con la que viajó a Italia la delegación gubernamental, compuesta por el presidente, seis ministros y otros 18 altos cargos y asesores.
Morenés no quiso correr riesgos y ordenó ayer al Estado Mayor del Ejército del Aire que enviase de inmediato a Honduras el segundo Airbus 310 con que cuenta la flota estatal para que trajese de vuelta al Príncipe de Asturias, de visita en el país centroamericano para asistir a los actos de toma de posesión del nuevo presidente, Juan Orlando Hernández. El heredero de la Corona tiene previsto aterrizar de vuelta hoy en Tenerife, sobre las 8:00 horas, para realizar junto a doña Letizia una visita oficial a las islas Canarias.
El primer avión, con el que el domingo realizó el viaje de ida, ya está reparado tras sufrir, a consecuencia de un cortocicuito, un fallo en el sensor electrónico que avisa del nivel de aceite en el motor, problema que obligó a retornar al aeropuerto de Santo Domingo, en el que acaban de realizar una escala técnica tras nueve horas de viaje y desde donde habían despegado rumbo a Honduras minutos antes.
Pese a la reparación, Morenés prefirió que el Príncipe de Asturias no volviese a utilizar ese avión hasta que haya sido sometido a una investigación técnica exhaustiva en España. La razón de la desconfianza es que este mismo aparato, cuyo fallo retrasó el domingo en al menos seis horas la llegada a Tegucigalpa y desbarató su agenda oficial, registró otra avería electrónica el 25 de noviembre, que obligó a don Felipe y a un séquito de importantes empresarios a suspender un viaje oficial programado desde hacía varios meses a Brasil.
Aparato revisado
El ministro envió el segundo Airbus con la garantía de que acaba de superar lo que se conoce como «revisión en profundidad», una inspección técnica que se realiza cada dos años y que dura casi un mes, en la que el avión se examina prácticamente pieza a pieza.
Eso sí, según expertos del sector consultados por este periódico, el viaje del segundo Airbus pudo encarecer en unos 140.000 euros el precio de la visita del Príncipe. La mayor parte de este desembolso adicional correspondería a los no menos de 120.000 kilos de combustible que consume esta aeronave para hacer dos trayectos transoceánicos.
Rajoy, en su comparecencia en Roma, aseguró que el Gobierno no tomará decisión alguna sobre si es necesario renovar estos Airbus hasta que cuente con todos los informes técnicos. Lo que sí dijo es que Defensa tomará las medidas necesarias para que este tipo de «cosas» no se repitan en el futuro.
El mantenimiento de estos dos aparatos, con capacidad para unas 60 personas y amplia autonomía, lo realiza desde hace un año EADS, la propia compañía constructora de los aviones. Se someten a una revisión cada 250 horas de vuelo, la mitad que los de uso comercial, y a un examen «en profundidad» cada dos años, aproximadamente.
Pese a las precauciones de Rajoy, fuentes del ministerio de Defensa mostraron su convencimiento en que no se está ante ninguna avería de gravedad y que los dos Airbus 310, con una antigüedad de fabricación de 25 años y comprados en 2003 por el Gobierno a la compañía Air France, tienen aún una larga vida útil por delante, que los podría mantener en uso otros 15 años.
La comitiva del presidente, entretanto, se desplazó a la cumbre bilateral en los dos Falcon 900 que estaban en la base de Torrejón, con capadidad para doce pasajeros, y en un Embraer prestado por Bélgica. Según explicó el propio Rajoy, el envío del segundo Airbus a Honduras obligó a activar el «plan de incidencias» y a pedir al 'pool' europeo uno de los aparatos que tienen a disposición de los socios para estas ocasiones.
euros es, aproximadamente, según fuentes del sector, el sobrecoste del viaje del Príncipe a Honduras, por la necesidad de enviar un segundo avión.