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Rajoy y Letta coinciden en que éste es «el año del crecimiento»
ROMA. Actualizado: GuardarLa cumbre entre Italia y España celebrada ayer en Roma es de las que hacen preguntarse para qué sirven exactamente este tipo de cosas. Más todavía si en la rueda de prensa final se permiten sólo dos preguntas a los periodistas italianos y otras dos a los españoles, que en total son más de medio centenar. Entonces Mariano Rajoy y el primer ministro, Enrico Letta, esquivando cómodamente preguntas incómodas sobre la reforma de la ley del aborto española o la dimisión de la ministra italiana de Políticas Agrícolas, dan titulares como estos: «Los datos confirman la recuperación del crecimiento en 2014 en España e Italia, será el año del crecimiento y el próximo, el de la consolidación definitiva». O también obviedades como que «España e Italia tienen entre sus prioridades la lucha contra el desempleo juvenil». O bien que trabajan juntas para lograr «la unión bancaria, fiscal, económica y política» de la UE. Si la bancaria no se logra en esta legislatura, de aquí a mayo, sería «una pésima señal para los mercados».
Concordaron en que lo de Ucrania es «intolerable» y, entrando en asuntos más concretos, esperan «una solución rápida» al conflicto de empresas de ambos países en el canal de Panamá. Antes de empezar firmaron solemnemente la participación de España en la Expo 2015 de Milán. El programa de esta cumbre relámpago preveía encuentros de una media hora larga y una comida entre los jefes de Gobierno y seis ministros por banda. Con Rajoy viajaron Jorge Fernández, de Interior; Pedro Morenés, de Defensa; Ana Pastor, de Fomento; José Manuel Soria, de Industria; Fátima Báñez, de Empleo; y Ana Mato, de Sanidad. Se movilizaron tres aviones, dos españoles oficiales y uno belga prestado, por los famosos problemas «en el filtro de aceite» del Airbus del príncipe, como explicó el presidente español en un pasaje técnico de la conferencia de prensa.