Manifestantes de la oposición lanzan consignas subidos a una barricada en el centro de Kiev. :: REUTERS
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El Maidán humilla a los antidisturbios

Vitali Klichkó evita un baño de sangre al mediar para que los agentes descubiertos por los manifestantes pudieran abandonar su escondite

KIEV. Actualizado: Guardar
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En la madrugada del domingo se vivió en el centro de Kiev un dramático episodio que muestra las altas cotas de violencia que está alcanzando la confrontación. «La 'Casa Ucrania', actual sala de exposiciones y antiguo museo dedicado a Vladímir Lenin, cabecilla de la Revolución Bolchevique de 1917, estaba siendo utilizada por los antidisturbios, sin que nadie lo supiese, como escondrijo y base de operaciones.

Pero fueron descubiertos por los manifestantes y poco faltó para haber sido linchados por la multitud de no ser porque intervino para evitarlo el boxeador Vitali Klichkó, uno de los tres líderes de la revuelta y máximo dirigente de la Alianza Democrática de Ucrania por las Reformas (UDAR).

Mientras en la plaza de la Independencia, el Maidán, tenía lugar el mitin en donde Klichkó, Arseni Yatseniuk (Batkívshina) y Oleg Tiagnibok (Svoboda) daban cuenta del resultado de sus conversaciones con el presidente ucraniano, Víctor Yanukóvich, a muy pocos metros de allí, en la plaza de Europa, un cámara del Canal 5, televisión muy crítica con el poder, se percató de que en el interior de la 'Casa de Ucrania', cuyas luces estaban completamente apagadas, había un extraño movimiento.

Se acercó y pudo comprobar que, a través de un acceso lateral entraban y salían policías antidisturbios. Vio también a través de las puertas de cristal de la entrada principal que en el vestíbulo había más agentes y lo filmó. El Canal 5 es el único que está ofreciendo todo lo que pasa durante las protestas, la mayor parte en directo, y emitió enseguida el material obtenido.

La 'Casa Ucrania' se encuentra también justo al lado de la calle Grushévskaya, en donde varias barricadas impiden el avance de la Policía desde el lado de la sede del Gobierno. Es decir, en 'territorio comanche', en plena zona controlada por la oposición. De manera que, en caso de que se diera una orden de cargar para disolver el Maidán, los agentes escondidos en la sala de exposiciones podrían coger a los manifestantes por la retaguardia y además sorpresivamente, al no ser avistados de antemano llegando en sus vehículos.

El vídeo emitido por el Canal 5 puso en guardia a los concentrados en las inmediaciones y a muchos que llegaron desde el Maidán y la calle Grushévskaya armados con palos, bates de béisbol, barras de hierro y cócteles molotov. Asediaron la 'Casa Ucrania' y exigieron a los antidisturbios que saliesen de su guarida. Éstos, amedrentados, se negaron a obedecer, pensando que, si salían, serían linchados. Los que estaban fuera pasaron entonces a la acción intentando penetrar en el edificio, rompiendo cristales y arrojando botellas con gasolina, petardos y piedras. El fuego estuvo a punto de propagarse. Pero los policías apiñados con sus escudos consiguieron mantener a raya a los asaltantes. La muchedumbre gritaba contra ellos cada vez con más intensidad demandando que saliesen, insultándolos y llamándolos «enemigos del pueblo».

Cuando parecía inevitable un desenlace, que hubiera acabado probablemente con mucha sangre, apareció Klichkó, a quien no le fue fácil atemperar los ánimos. Exigió a los manifestantes que abriesen un pasillo para posibilitar la evacuación de los antidisturbios. «Obedecen órdenes (.) son jóvenes reclutas, ellos no tienen la culpa», declaró. Después entró en el inmueble para invitarles a abandonar el lugar, pero el miedo les mantuvo atenazados.

Tardaron unas cuatro horas en salir los más de 200 agentes a través de un pasillo de enfurecidos opositores. La mayor parte de ellos se contuvieron, pero hubo algunos que no pudieron evitar lanzar sus palos contra ellos.

Ahora la 'Casa de Ucrania' es otro de los edificios controlados por los manifestantes. Ayer por la mañana empezaron a recoger cristales rotos y a arreglar los desperfectos.

Alexéi Yakushevski ha sido designado por el Maidán para encargarse de gestionar el edificio. En declaraciones al Canal 5, Yakushevski dijo que la sala «será utilizada para que los manifestantes puedan entrar a calentarse, comer y dormir. Se empleará también para organizar ruedas de prensa», eventos que ahora tienen lugar en la Casa de los Sindicatos. Explicó también que habrá partes de la casa que serán precintadas y permanecerán cerradas, como los archivos del Museo de Historia de Kiev, situado en las plantas cuarta y quinta.