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La ayuda humanitaria traza la senda hacia la paz en Siria
El régimen y la oposición abordan en Ginebra el drama en Homs, donde un convoy con medicinas accedería en breve a la parte vieja de la ciudad
GINEBRA. Actualizado: Guardar'Ginebra 2' es una realidad. Después de tres años de guerra, Gobierno de Siria y oposición mantuvieron su primera reunión cara a cara. Un encuentro repartido en sesiones de mañana, una hora, y tarde, dos horas, a puerta cerrada y sin la presencia de cámaras que pudieran recoger un momento histórico moderado por el mediador de Naciones Unidas, Lajdar Brahimi. El diplomático argelino fue muy gráfico a la hora de hablar de un proceso «que avanza medio paso, a medio paso» a la hora de hacer el balance de los primeros contactos directos en una día que ambas delegaciones no calificaron de «negociación», sino de «preparación para la negociación», que oficialmente aseguraron empezará mañana. Un juego de palabras consecuencia de la confusión y del frentismo de unas posturas que sólo parecen acercarse unos milímetros cuando Brahimi se pone delante del micrófono para su rueda de prensa diaria.
Tras una jornada matinal dedicada a recibir las instrucciones por parte del mediador de la organización internacional, Brahimi explicó que por la tarde abordaron «la cuestión de la ayuda humanitaria». Asimismo, indicó que «en las próximas horas un convoy con medicinas y comida podría tener acceso a la parte vieja de Homs», ciudad en el centro de Siria que es uno de los bastiones rebeldes desde el comienzo de la revuelta contra Bashar el-Asad y cuya parte antigua permanece cercada por el Ejército. La agenda para las primeras reuniones también recoge «la situación de los prisioneros y los secuestrados», señaló el diplomático, que insistió en que «el proceso es extremadamente complicado». En ese sentido, pidió paciencia para abordar temas complejos como la formación de un gobierno de transición que «habrá que dejar para más adelante».
Homs parece un primer paso en el que pueden coincidir ambas partes. A primera hora, antes de las reuniones, la oposición aseguró que tenía un acuerdo con los grupos armados de la ciudad para la declaración de un alto el fuego en la ciudad. «Tenemos autoridad moral y política sobre nuestros luchadores, especialmente en las áreas donde hemos propuesto el alto el fuego», aseguró el portavoz de la coalición opositora, Anas Abdeh.
La ONU pide insistentemente al régimen y a sus detractores que no aireen en público los detalles de los encuentros, pero hasta ahora no lo ha conseguido. La tensión en la sala de reuniones se respira también en cada declaración de los miembros de las dos delegaciones. Su llegada al cuartel general de Naciones Unidas se produce entre una nube de periodistas y el paseo hasta la entrada se convierte en improvisadas ruedas de prensa alejadas de cualquier principio diplomático.
«Obligados» por Rusia
«No son serios y el único motivo por el que están aquí es porque los rusos les han obligado, no hay otro motivo», señaló a este medio Burhan Galiun, miembro histórico de la oposición siria, primer líder de la Coalición Nacional y parte del equipo negociador. Los enviados especiales de los medios oficiales sirios ven pasar a los opositores, pero ni se acercan a ellos. Galiun es uno de los rostros más perseguidos por la prensa occidental y ante las acusaciones por parte del Gobierno de su falta de representatividad sobre el terreno, no se cansa de repetir que «a los ojos del mundo nosotros representamos la legalidad y debemos seguir trabajando en este marco de la ONU, es nuestra garantía de éxito». El veterano sociólogo, natural de Homs, no tiene dudas en calificar de «broma» la propuesta del régimen de seguir la negociación en Damasco porque «todos sabemos que allí hay una guerra y también sabemos quiénes son los asesinos».
El embajador de Siria ante Naciones Unidas, Bashar Jafari, subrayó que la prioridad no es la transición política -que implicaría la salida del poder de El-Asad-, sino «poner fin al terrorismo y a la violencia». Además, acusó a la coalición de «albergar odio personal hacia el Gobierno a saber por qué razones».
Mientras las dos partes comenzaban la negociación, Karen Koning Abu Zayd, experta de la comisión de investigación de la ONU constituida en 2011 para documentar los crímenes de la guerra siria, concedió una entrevista a Reuters en la que aseguró que cuentan con nueva documentación de torturas y masacres perpetradas por el Ejército y los rebeldes. El organismo confía en que dichos documentos puedan sentar la base de un procedimiento judicial que conduzca al Tribunal Penal Internacional. La realidad sobre el terreno está muy alejada de la tranquilidad de una Ginebra en la que apenas quedaba un puñado de manifestantes.
La guerra sigue, pero la negociación tiene al menos una semana para intentar abrir una puerta a la esperanza. Aviones del régimen bombardearon zonas controladas por los rebeldes cerca de Damasco y Alepo, según indicó el opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos. A los enfrentamientos entre régimen y oposición hay que añadir la guerra interna entre los grupos armados de la oposición que estalló a comienzos de mes. En un intento de detener la matanza entre opositores, el Frente Al-Nusra, brazo oficial de Al-Qaida en Siria, ofreció un alto el fuego al Estado Islámico de Irak y Levante para unir fuerzas contra El-Asad.