La campaña internacional catalana logra unos resultados mínimos
La Generalitat también se lanza a la búsqueda de adeptos al proceso soberanista en el resto de España
BARCELONA. Actualizado: GuardarPedagogía. Esta es la nueva palabra que ha incorporado el Gobierno catalán al proceso soberanista que ha emprendido de la mano de Esquerra Republicana. La Generalitat lleva semanas haciendo campaña a favor del derecho a decidir en el resto de España y también a escala internacional. Busca captar complicidades al llamado derecho a decidir, presentado como una aspiración democrática de una amplia mayoría de catalanes.
En el ámbito exterior, la Generalitat rastrea aliados para cuando no tenga manera de celebrar el referéndum y tenga que recurrir a algún tipo de mediación internacional o incluso se vea obligado a acudir a los tribunales europeos. Bajo esa premisa se sitúa la campaña diplomática, cuya acción principal fue la carta del 20 de diciembre que Mas envió a 27 líderes europeos para explorar apoyos a la consulta, y el memorando remitido a 45 países, donde se exponían argumentos favorables al referéndum. La iniciativa no ha dado muchos resultados. El Ejecutivo catalán señala que ha recibido respuestas, pero evita concretar cuántas y de quién.
El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García Margallo, auguró un fracaso porque las cartas que no se envían «por conducto reglamentario», es decir, «a través de las embajadas», no tienen contestación. Es más, apuntó que solo el Gobierno de Hungría ha respondido a la polémica misiva. Francia, Alemania y Reino Unido evitaron el asunto. La UE también optó por no mojarse, aunque replicó: «No es mi papel, ni el papel de la Comisión, expresar una opinión o apoyos en una cuestión de organización interna relativa a los acuerdos constitucionales en los Estados miembros», señaló José Manuel Durao Barroso en su misiva de vuelta.
Carta en inglés a Hollande
El Gobierno cargó con dureza contra la carta, que tampoco gustó a Josep Antoni Duran Lleida. El líder de Unió afirmó que «si algún día somos un Estado independiente, una de las asignaturas pendientes será ejercer bien la diplomacia». Bofetada en la cara al servicio de exteriores de la Generalitat, que cometió errores tan de bulto como, por ejemplo, enviar la misiva en inglés al Gobierno francés.
La campaña exterior de Mas se completa con entrevistas en medios internacionales, como las que ha dado en las últimas semanas a la BBC británica o a La Repubblica de Italia, y se intensificará a través de la presencia en conferencias, foros de debate y más contactos bilaterales. Hasta la fecha, su agenda internacional le ha llevado a Estados Unidos, Rusia, Brasil, India, Israel, así como a Bruselas, París o Londres, y para este año prepara nuevas visitas a la capital comunitaria, a China y de nuevo a Estados Unidos.
Esta ofensiva diplomática internacional irá acompañada de una mayor presencia del presidente catalán y de sus consejeros en actos políticos en el resto de España para contrarrestar la campaña del PP contra el proceso soberanista. Encuentros con intelectuales, líderes de opinión, conferencias universitarias y entrevistas en los medios son los instrumentos escogidos por la Generalitat para hacer pedagogía entre los españoles.
Mas quiere transmitir dos ideas: que el proceso no va contra los españoles y que la reivindicación catalana es una aspiración democrática, que no hay que confundir con la independencia.