La ciudad ya cuenta con la aprobación inicial del nuevo plan urbanístico

Cuatro meses después de lo previsto inicialmente, la ciudad ya cuenta con la aprobación inicial del nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU). El documento salió adelante con la mayoría absoluta del equipo de Gobierno (PP y PVRE) y la abstención de los dos grupos de la oposición (PSOE e IU).

Aunque tanto la delegada de Urbanismo, Marisol Ayala, como el alcalde, Ernesto Marín, solicitaron el apoyo unánime del texto en varias ocasiones, las asambleas de ambas formaciones ya habían adoptado la postura de no apoyarlo. El motivo principal que esgrimió el PSOE es que el texto «no defiende los intereses públicos», y desde IU expresaron no sentirse «partícipes» del mismo debido a la falta de consenso y participación en su redacción. Los grupos aseguraron que seguirán trabajando para presentar las alegaciones oportunas.

La titular de Urbanismo hizo un somero repaso de las líneas dadas a conocer un día antes por el portavoz del Gobierno local. Expuso el contexto legal y urbanístico de la ciudad y apuntó el número de viviendas, las regularizadas y las que no, existentes o previstas.

Asimismo, mencionó el uso industrial o turístico de algunos suelos y habló de la inversión de un millón de euros para desarrollar el plan y los 17.000 puestos de trabajo que crearía. Concluyó, en escasos cinco minutos, que el PGOU es «vital» para Chiclana, una ciudad «paradigma de la construcción irregular», como después la calificó Ernesto Marín.

Los argumentos de la oposición

La portavoz de Izquierda Unida, Ana Rodríguez, planteó cuestiones como la ampliación de suelos inundables y soluciones alternativas o el valor medioambiental, puesto que se reduce la tasa de masa arbórea, y echó de menos en el PGOU una apuesta por el sector primario. Además, se dirigió al Partido Vecinal «que fue muy crítico con el plan anterior y ahora no dice nada de las centralidades periféricas, por ejemplo». Y al alcalde le pidió una «postura seria», criticando que no hubieran dado explicaciones sobre el documento a la ciudadanía hasta un día antes de su aprobación, así como tampoco ha habido «participación de la ciudadanía para consensuarlo antes».

José María Román, portavoz del PSOE, coincidió en lamentar la falta de información, así como la sostenibilidad del documento urbanístico por la situación de las vías pecuarias. Además consideró que no existe cohesión de la ciudad porque «se quitan viviendas del núcleo urbano y se incrementan en el diseminado». Junto a ello reclamó protección patrimonial en puntos como salinas y esteros, Sancti Petri, o Huerta Alta, y reclamó un incremento de suelo industrial para el futuro económico.

El socialista tildó de «fraude electoral» al PVRE y aseguró que cambiarán el plan general cuando haya un cambio de Gobierno municipal.

Responsabilizan a la Junta

A modo de respuesta, la concejala del PVRE reprobó a Rodríguez haber asistido a «una sola reunión» sobre el documento y continuó afirmando que participación ciudadana «la hemos tenido y seguiremos teniendo; del método de exposición pública ya se enterará». También aseguró que mantuvo cuatro reuniones sobre los suelos inundables con la Junta de Andalucía y «tenemos que incluir el estudio tal como lo hicieron».

Al PSOE le pidió «haber hecho cuando estaban en el Gobierno local lo que les solicitamos y no nos hicieron ni caso», aunque aseguró que por el momento los costes son «teóricos» y mantuvo que bajarán un 40% respecto al anterior PGOU.

En definitiva, reconoció que en el documento «se podrían haber hecho más cosas», pero argumentó que la Junta de Andalucía «nos ha apretado las tuercas».

Ernesto Marín cerró el debate. Culpó a los socialistas de la actual situación urbanística de Chiclana y aseguró que en la elaboración del texto «se ha hablado con mucha gente». En este sentido, insistió en que es la primera vez que la ciudad «conoce más el PGOU» y agregó que a partir de entonces «va a ser el más transparente de cara a la exposición pública porque no volveremos a cometer el error del Gobierno anterior».