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Felipe González llama al despertar del socialismo con las primarias de fondo
El expresidente reúne a los posibles aspirantes Patxi López y Eduardo Madina en un foro en Bilbao
BILBAO. Actualizado: GuardarFelipe González no pasó muchas horas en Bilbao, pero fueron las suficientes para dejar un mensaje 'para navegantes', en este caso para los miembros del PSOE, partido al que describió como «timorato y endogámico», más preocupado por lo que pasa dentro de su propia casa que fuera. El expresidente aprovechó su intervención en la inauguración del ciclo de coferencias 'Reflexiones de futuro' para llamar al despertar del socialismo al que en su opinión «le faltan ideas valientes». González asistió en el Palacio Euskalduna junto a Patxi López a la apertura de las jornadas que PSE y la Fundación Ramón Rubial desarrollarán en las tres capitales vascas hasta el próximo día 1 de febrero, en las que también participarán los dirigentes socialistas Alfredo Pérez Rubalcaba, Susana Díaz, Emiliano García Page, Javier Fernández, Elena Valenciano y Martin Schulz.
Antes de la conferencia, los principales dirigentes del PSE, encabezados por López, pudieron mantener una reunión con el expresidente, en la que también participaron Eduardo Madina y Ramón Jáuregui. Tras el encuentro, el secretario general del PSE hizo de maestro de ceremonias y fue el encargado de abrir el ciclo de conferencias con una breve introducción en la que alertó de que cuando se habla de recuperación económica, «estamos viendo que esa salida, si es que se está produciendo, es al precio de consolidar un modelo social más injusto, con unos servicios públicos más depauperados y con pobres perpetuos». Patxi López reparó en que la generación joven piensa, «quizás por primera vez, que el futuro va a ser peor».
López dio la palabra al expresidente, al que presentó como «el hacedor del Estado de bienestar». González se definió como «un jubilado de 71 años, un viejo que pisa charcos y anda buscando respuestas a los problemas del mundo». Habló durante más de hora y media, sin un solo pape sobre 'La crisis del modelo global' y se sometió a las preguntas de los asistentes. En ese momento, el expresidente dejó plantado a López por un par de minutos para marcharse al cuarto de baño, no sin antes dejar caer, con sorna, un recurrente «prometo que no tengo problemas de próstata».
González pidió a los miembros de su partido que dejen de mirarse «el ombligo» y que mirar a la sociedad». No circunscribió la falta de iniciativa al PSOE sino que la extendió a la Internacional Socialista, «la única que tendría capacidad» de hacer frente al modelo actual de globalización, pero que está «catatónica, en el invernadero».
En clave electoral, instó al PSOE a recuperar la «vocación de mayoría, que perdimos hace tiempo», porque «cuando uno no se lo cree, la gente no lo cree». González criticó que la estrategia se limite a calcular «cómo puede la derecha perder la mayoría» y ver con quién se coaligan los socialistas para recuperar el poder. La propuesta de la socialdemocracia, alertó, no puede limitarse a ser «resistencial» frente a los recortes ni «puramente defensiva», sino que «debe generar una alternativa capaz de atraer a la ciudadanía».
El expresidente dibujó una alternativa que pasa por preservar «los principios socialistas», como la igualdad y la justicia, pero asumiendo que el mundo ha cambiado en los últimos 20 años y que «no se puede seguir arando un camino que está demasiado arado». «Sé que es muy difícil, pero hay que producir alternativas viables y no seguir en el carril y esperar», abundó.
El modelo que reivindicó pasa por la mejora de la «competitividad» de la economía española, que sólo factible, a su juicio, con inversión en educación y formación e I+D+i. La necesidad de retrasar la jubilación y la conveniencia de ligar el salario a la productividad por hora, posibilitaría, según la reflexión de González, el reparto del trabajo que diferenció, en todo caso, de la precariedad y los 'minijobs' alemanes. Respecto a las elecciones europeas dijo que son las «más importantes de la historia, aunque no se les preste la menor atención» y auguró una participación inferior al 30%.