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Europa echa el freno a las renovables
La Comisión observa con «preocupación» las últimas medidas regulatorias tomadas por España respecto a las energías limpias Eleva hasta el 27% su peso en el mix energético hasta 2030 pero no obliga a los estados a cumplir ese objetivo
MADRID / BRUSELAS. Actualizado: GuardarLa Comisión Europea (CE) echa el freno a la expansión de las renovables. Dentro del nuevo paquete climático para 2030 presentado ayer en Bruselas, las autoridades comunitarias fijan el objetivo de que ese año el 27% de la energía bruta final (la consumida por hogares, industrias o la que alimenta los depósitos de los coches) tenga un origen renovable. El matiz diferenciador respecto a anteriores previsiones -más allá de la cuantía del porcentaje establecido- es que será un objetivo común. Es decir, que no habrá metas individuales para cada estado, y por tanto se diluye la posibilidad de que éstos sean sancionados. Algo que sí está contemplado en el horizonte de 2020, que establece una cuota del 20% de energía renovable, y que debe ser cumplida por cada país de forma individual.
Grupos ecologistas y asociaciones del sector de las renovables de toda Europa lamentaron lo que consideran un paso atrás en la progresiva implantación de las tecnologías verdes, aspecto en el que el Viejo Continente ha mostrado siempre un liderazgo incuestionable. Y creen que la CE ha cedido a las presiones de países como Gran Bretaña, cuya apuesta va más dirigida al impulso de técnicas como el 'fracking', que por ejemplo ha permitido a Estados Unidos reducir tanto su dependencia energética del exterior como el coste que pagan sus empresas por la energía que consumen. En el otro lado se situaría el grupo de estados -Alemania, Francia, Austria, Bélgica, Dinamarca, Irlanda, Italia y Portugal- que recientemente firmaron una carta en la que pedían a la CE un nuevo objetivo de renovables que potenciara este tipo de energía.
Sin embargo, la Comisión entiende que el establecimiento de objetivos nacionales vinculantes podría traducirse en una «fragmentación» del mercado. «Dejamos flexibilidad a los estados, flexibilidad que es posible porque estamos en un momento mucho más avanzado» en el desarrollo de las renovables, justifica el presidente de la CE, José Manuel Durao Barroso.
Países como España han liderado durante años el impulso a las energías limpias, de forma que según fuentes europeas, está en camino de cumplir el objetivo del 20% para dentro de seis años. De hecho, a finales de 2012 alcanzó la cuota del 16,5%. Esas mismas fuentes no ocultan sin embargo su «preocupación» por las últimas medidas regulatorias tomadas en España, como la moratoria a la entrada de más potencia verde o el recorte a la retribución a la actividad generadora de estas tecnologías. Europa cree que España «cumplirá» con los objetivos para 2020, pero que tendrá más problemas para alcanzar los de una década después.
Más pesimistas se muestran las organizaciones de productores renovables de España. «Estamos muy decepcionados. Entendemos que la propuesta de no marcar unos objetivos obligatorios para cada Estado es una propuesta condenada al fracaso y un atraso importantísimo», se lamenta Jaume Margarit, director general de la Asociación de Productores de Energía Renovable (APPA). Margarit vaticina un frenazo a esa escalada de protagonismo de las renovables en España. «Si se tiene en cuenta que en los próximos años tiene que recuperarse la demanda de energía, y que aquí difícilmente va a entrar más renovable -incluso van a tener que cerrar muchas plantas- pues no salen los números».
El coste de la luz
En lo referido a los costes de la energía en la UE, los españoles no salen muy bien parados. Según el estudio presentado ayer por la Comisión, España fue el país donde más subió la factura eléctrica de los hogares durante el periodo 2008-2012: lo hizo el 46%, sólo superado por el 47% de Lituania. Un incremento que está a años luz de Italia o Bélgica, donde apenas se registró el 3%. 9%.
Bruselas atribuye esta sustancial distorsión al incremento de los costes de distribución, al repunte del IVA, a las primas de las renovables y a la cogeneración. De hecho, el informe sitúa a nuestro país como el estado miembro con mayores costes de transmisión y distribución (7 euros/kWh), por encima de Eslovaquia, Dinamarca y Lituania (que superan ligeramente los 6 euros/kWh).
A la industria española, por su parte, le fue algo mejor en términos absolutos, pero la subida de un 12% sufrida está muy lejos de la media del 3,5% de la UE. «Tenemos que ser claros y aportar claridad a los inversores. Para ellos, 2020 es ayer. La competitividad no está reñida con la sostenibilidad», dijo Barroso.