
«Tengo un plan para Cataluña; ningún territorio español se va a independizar»
Rajoy está convencido de la «inocencia» de la infanta Cristina y vaticina que le «irá bien» tras su declaración ante el juez
MADRID. Actualizado: GuardarMariano Rajoy hizo ayer un repaso a varios asuntos políticos, económicos y sociales de la actualidad, pero sin contar ninguna gran novedad. El presidente del Gobierno, durante la entrevista que concedió a Antena 3, afirmó que sí tiene un plan para Cataluña, aunque se negó a entrar en detalles porque «no es bueno adelantar acontecimientos». Lo que sí dejó claro es que mientras él sea presidente, «ningún territorio español se va a independizar», sea Cataluña o el País Vasco.
El jefe del Ejecutivo reiteró que la consulta soberanista «nunca se va a celebrar», aunque también rehusó concretar si se atreverá a suspender la autonomía o a rescatar alguna de las competencias de la Generalitat. «El Estado -declaró Rajoy- está preparado para cualquier escenario en Cataluña».
Tras incidir en sus reproches a Artur Mas por adoptar decisiones unilaterales, apenas si dejó un pequeño resquicio para el diálogo. Lo que no hará, según adelantó, es tomar la iniciativa de llamar al presidente catalán. Si quiere hablar, apuntó, la iniciativa debe corresponder al presidente de la Generalitat
Rajoy rechazó asimismo las críticas sobre su supuesta inacción ante la decisión del Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo de suspender la doctrina Parot. Aseveró que su Gobierno, a diferencia de lo que sostienen las víctimas del terrorismo, hizo todo lo que puedo para intentar evitar la decisión de la corte europea, pero que, una vez que se produjo, sólo cabría acatarla. «Mi posición en política antiterrorista es la que he mantenido toda mi vida y he sido ministro del Interior», recordó.
Abundó que seguirá manteniendo la política penitenciaria sin cambio alguno y no aflojará la presión sobre ETA. Una acción que justificó con el argumento de que mientras la organización terrorista no se disuelva «la obligación del Gobierno y de su presidente es ir a por ella». Preguntado sobre si temía que ETA pudiera volver a las armas si no había avances en el proceso de paz, Rajoy señaló que, obviamente, no le gustaría, pero que no por ello iba a aceptar el «chantaje» de nadie. Fue rotundo a la hora de valorar la fotografía de expresos de ETA en un acto en Durango: «Fue una imagen lamentable y repugnante».
Confirmó que ha solicitado un informe a los servicios jurídicos del Gobierno para determinar si puede prohibir por ley a exterrorristas que se presenten a alcaldes, concejales o diputados. «Si es posible tomar esa decisión, me gustaría tomar tomarla», puntualizó.
Presunción de inocencia
Donde Rajoy mostró un ímpetu inusual fue a la hora de defender a la infanta Cristina. «Creo que le irá bien», pronosticó en relación a la declaración que tendrá que realizar la hija del Rey como imputada el próximo 8 de febrero. El presidente de Gobierno se mojó además en rechazar que deba renunciar a sus derechos dinásticos para no perjudicar más la imagen de la Corona. No contento con este precisión fue más allá: «Estoy convencido de la inocencia de la infanta».
El jefe del Ejecutivo enfatizó que doña Cristina también tiene derecho a la presunción de inocencia que asiste a cualquier ciudadano español y reclamó mesura, insistiendo en que «aún no la han condenado por nada». Confesó que don Juan Carlos está preocupado por el futuro de su hija «porque el Rey es un ser humano que se preocupa de lo que le pueda pasar a sus hijos, como nos preocupamos cualquiera de nosotros».
Sobre los casos de corrupción que afectan al PP fue rotundo. Volvió a negar que hubiera recibido dinero negro -ni como regalo ni en cajas de puros, como denunció el tesorero Luis Bárcenas-, con el que aseguró no mantener ya ninguna relación. Desde que entró en prisión el 27 de junio «no me ha vuelto a escribir». Declinó pedir perdón a los españoles por este escándalo que afecta al PP y se limitó a insistir en lo que expuso en el Congreso el 1 de agosto, que el PP cometió un error al no controlar las actividades de su jefe de finanzas durante dos décadas.
Rajoy también echó por tierra las especulaciones sobre una posible crisis en su Ejecutivo. «Creo que puedo terminar la legislatura con este Gobierno», espetó y defendió uno a uno a sus ministros más cuestionados.