Golpe talibán en el centro de Kabul

Al menos catorce personas murieron y otras cuatro resultaron heridas ayer a última hora de la tarde -en torno a las 19.15 horas- en un atentado suicida perpetrado contra la Taverna du Liban, un lujoso restaurante libanés del centro de Kabul. La autoría fue reivindicada por milicianos talibanes, según declaró el jefe de la Policía de la capital de Afganistán. Aunque no hay confirmación oficial del dato, entre los fallecidos habría algunos ciudadanos extranjeros. «Se informa de víctimas alemanas», precisó uno de los portavoces talibán, Abdulqahar Balkhi, a través de su cuenta de Twitter.

Tras la deflagración, se escuchó un breve intercambio de disparos en el área. Una fuente de seguridad indicó a la agencia Reuters que «primero hubo un ataque suicida cerca del restaurante, donde un hombre se inmoló y detonó los explosivos que llevaba adosados al cuerpo. Luego, posiblemente, uno o dos insurgentes entraron en el local y dispararon contra la muchedumbre durante 20 minutos». Sin embargo, el viceministro de Interior, Ayub Salangi, aseguró que no se produjo ningún tiroteo, sólo disparos al aire por parte de militares que protegían las inmediaciones.

Mohamed Zahir, jefe de la Policía de Kabul, determinó que tres terroristas participaron en el ataque, aunque sólo uno logró activar la carga explosiva después de que los otros dos fueran abatidos por las fuerzas del orden, que acordaron rápidamente el lugar bajo la sospecha de que podría haber más asaltantes en el interior del comedor.

El establecimiento, que también cuenta con una casa de huéspedes, se ubica en la zona de Wazir Akbar Kahn y era frecuentado por la comunidad de expatriados, los dignatarios internacionales que visitan la ciudad y las familias afganas acomodadas. En este distrito se localizan igualmente numerosas embajadas y varios edificios gubernamentales.

El adiós de la misión militar

El atentado, el segundo que sacude la capital afgana en menos de dos semanas -una bomba estalló el pasado 4 de enero en la entrada de una base militar-, coincide con el inicio del último año del despliegue de tropas de la OTAN en el país, de acuerdo con el calendario de retirada gradual que concluirá el próximo diciembre, cuando las fuerzas locales asumirán definitivamente la seguridad de todo el territorio. Un proceso que por el momento no ha logrado frenar una espiral de violencia que sigue extendiéndose por la región.

Tres empleados de una cadena de la televisión privada de Karachi, en el sur de Pakistán, fallecieron ayer tiroteados por guerrilleros talibanes. Varios hombres armados dispararon a un técnico, un guardia y un conductor que trabajaban para el canal Express TV. El portavoz talibán Sajjad Mohmand reclamó la autoría de los asesinatos, asegurando que continuarán atacando a los medios «si no dejan de lanzar propaganda contra el Islam y los talibanes».