Visita de tapadillo del líder de la xenófoba Liga Norte
BARCELONA. Actualizado: GuardarComparten algunos argumentos, «España nos roba» y «Roma, ladrona», y los objetivos, la independencia. Sin embargo, Artur Mas evitó ayer la foto con el líder de la Liga Norte, el ultra y xenófobo Roberto Maroni, para no dar pie a las comparaciones entre Cataluña y la Padania.
Como presidente de la región italiana de la Lombardía, Maroni visitó Barcelona para promocionar la Exposición Universal que se celebrará en Milán en 2015. La recepción, en cualquier caso, no tuvo el protocolo habitual en estos casos. No hubo imagen conjunta ni comparecencia posterior, y la Generalitat ni siquiera informó en su agenda del encuentro. La reunión, en definitiva, fue de tapadillo y solo se informó de ella horas después, cuando ya había trascendido porque las cámaras captaron a Maroni saliendo del Palau de la Generalitat.
Consciente de que la cita podía perjudicarle, la Generalitat salió del atolladero señalando que se trató de una visita privada del presidente de Lombardía y presidente de la Asociación Europea Cuatro Motores, de la que Cataluña fue impulsora. Pero a nadie escapa el efecto simbólico y muy negativo, sobre todo de cara a la imagen en el exterior, que podía tener una foto de Maroni con Mas. La Generalitat no quería que se le equipare con un dirigente racista, antieuropeo y que llama orangután por su color de piel a la ministra italiana de Integración, Cecyle Kyenge, nacida en Congo. Jordi Pujol sabía bien que algunas compañías no son prudentes y siempre hizo gala de no haberse reunido con el fundador de la Liga Norte, Umberto Bossi.
Mas, según fuentes de la Generalitat, trasladó a su homólogo lombardo, partidario de salir del euro y la UE, que Cataluña es un país orgulloso de ser europeo y que seguirá siéndolo, independientemente de lo que suceda con su estatus político.