Un descomunal cartel de Hugo Chávez acompañó a Maduro en su primer balance anual ante la Asamblea Nacional. :: JUAN BARRETO / AFP
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Maduro ensaya la devaluación encubierta

Los expertos censuran que mantenga el cambio oficial del bolívar y fortalezca el real, muy superiorEl jefe del Ejecutivo venezolano reajusta el equipo económico entre críticas de la oposición, que acusa al chavismo de ocultar «el colapso»

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En el primer mensaje anual de Nicolás Maduro a la Asamblea Nacional no podía faltar el reconocimiento a su mentor, Hugo Chávez, presente en una enorme fotografía; ni la admisión de que la muerte del líder bolivariano convirtió 2013 en el año «más duro y difícil». Pero como la vida sigue y el poder tiene sus responsabilidades, el presidente de Venezuela centró su intervención de casi cuatro horas en anunciar una serie de medidas y nombramientos para profundizar en la economía chavista, que afronta la «más brutal guerra económica desplegada en toda su intensidad» por la «burguesía que demostró su crueldad». Maduro insistió en que el «desarrollo económico será el frente principal» de trabajo del Gobierno durante los próximos cinco años.

El mandatario anunció la eliminación de la Comisión de Administración de Divisas (Cadivi), cuyas funciones asume el Centro Nacional de Comercio Exterior, y fijó el cambio oficial. «Vamos a mantener a 6,30 el dólar de la República durante todo este año y bastante tiempo hacia delante», dijo, al tiempo que garantizaba que el país disponía de recursos para asegurar las transacciones. Pero también confirmó el fortalecimiento del Sistema Complementario de Administración de Divisas (Sicad), la institución que realiza subastas periódicas de divisas con un cambio distinto al oficial. La última es de 11,36 bolívares por dólar, que es la que se aplica a los turistas que llegan al país, lo que para varios expertos representa una devaluación encubierta.

«Maduro opta por la peor vía: mantener el dólar a 6,30. ¿Qué significa? Que la impresión de billetes desde el Banco Central de Venezuela (BCV) va en aumento», señaló el economista Asdrúbal Oliveros. «El Gobierno se decide por mantener el dólar a 6,30 para no anunciar una devaluación explícita, pero fortalece el Sicad», explicó Luis Vicente León, presidente de la consultora Datanálisis. «Trasladar al Sicad los requerimientos de divisas es una devaluación solapada», apuntaló el experto Jesús Casique. Los analistas sostienen que se mantendrán dos tipos de cambio, el oficial a 6,30 para alimentos y medicinas, y el del Sicad.

Maduro también adelantó la entrada en vigor de la Ley Habilitante de precios justos que -desde ayer-- fija «las normas para ganancias máximas del 30% de todas las actividades económicas. 30% máximo». Informó de que se reunirá con productores y empresarios del sector agrario para el «desarrollo de más alimentos y de la agroindustria». Y comentó la disposición a conversar con EE UU con respeto y en igualdad de condiciones.

Maduro decretará, vía Ley Habilitante, la modificación de la Ley contra Ilícitos Cambiarios para «permitir que sectores privados puedan ofertar divisas en mecanismos de sistemas complementarios de divisas. Vamos hacia un nuevo sistema cambiario, que le dé estabilidad y equilibrio» a la economía, prometió.

Confianza en los ortodoxos

El presidente renovó su confianza en los dirigentes más ortodoxos. Ratificó a Rafael Ramírez como ministro de Petróleo y Minería y vicepresidente del área económica. Y al pragmático Nelson Merentes lo sacó de Economía y Finanzas -que se fusiona con la Banca Pública- para mandarlo de regreso como presidente del Banco Central de Venezuela.

La patronal acogió con esperanza el discurso de Maduro y le reclamó «sinceridad». La oposición lo atacó con dureza. La coordinadora del Grupo Legislativo Constitucional, Dinorah Figuera, aseguró que la presentación del balance anual ante el Parlamento fue una «gran burla al pueblo venezolano» porque no reflejó que las políticas chavistas generan hambre y miseria: «Se demostró cuando devaluó la moneda en un 46 %, cuando generó una inflación alta y un desabastecimiento creciente porque no se consigue pan, harina de maíz, pollo, carne... De presentar la verdadera memoria revelaría un colapso económico».