La vivienda sigue sin levantar cabeza pese a caer el precio más de un 45% desde 2007

Ni cascabel al gato ni previsión clara de cuándo tocará suelo el sector inmobiliario. Si bien la mayoría de los expertos confían en que 2014 será el año en el que las compraventas de casas se estabilizarán -aunque será en su nivel más bajo desde el estallido de la burbuja-, ninguno se aventura a afirmar que habrá crecimiento en esa actividad comercial y, mucho menos aún, que el precio del ladrillo alcanzará ese fondo tan temido al comienzo de la crisis como deseado ahora.

Los últimos datos del mercado conocidos ayer justifican esa incertidumbre. El precio medio de la vivienda libre (tanto de promociones a estrenar como de segunda mano) acumula un desplome del 45,6% en estos siete años de crisis, es decir, desde los máximos que llegó a alcanzar en otoño de 2007, si bien en el caso de las casas a estrenar ese máximo histórico -que llegó hasta 2.900 euros el metro cuadrado- se prolongó hasta bien entrado 2008.

Son datos de la Sociedad de Tasación, que sitúa en 1.307 euros el coste medio del metro cuadrado de una casa «normal», según su director general, Juan Fernández Aceytuno. En el último trimestre de 2013, no obstante, se observó cierta moderación en ese descenso, de un 8,7% interanual de media frente al 15,7% registrado durante 2012.

Eso sí, en los inmuebles de menor calidad la bajada fue bastante más acusada (un 17,4%) que en los de mayor categoría (6,4%). Las diferencias también son ostensibles en función del tamaño de cada municipio, de manera que las casas peores en las localidades más pequeñas (de menos de 25.000 habitantes) redujeron su coste un 19,3%.

«No se ve todavía un mercado sólido», apuntó el responsable de la Sociedad de Tasación para justificar que en 2014 se esperen nuevas caídas en el precio de la vivienda. Eso sí, salvo sorpresa, serán más moderadas que en los últimos años, «en torno al 6% hasta junio». Para después prefirió no hacer pronósticos, a la espera de cómo evolucione el paro y el crédito hipotecario para la vivienda. «Hay que esperar», dijo.

Y es que si bien prefirió evitar términos severos para referirse a la situación del sector, su discurso resultó elocuente. «Hay que irse a los años 60 o 70 para encontrar las mismas cifras que en 2013», destacó tras comparar las 185.000 viviendas iniciadas en 1993 con las apenas 35.000 que se empezaron a construir el año pasado, o los 234.000 visados (para levantar casas) que se concedieron entonces con los 57.000 de ahora.

Un 'stock' «considerable»

Otro problema añadido es el elevado 'stock' de vivienda nueva acumulada sin vender -sin contar las casas de segunda mano que van saliendo al mercado- que, según distintas fuentes del sector, terminó 2013 por encima de las 780.000 unidades. Una cifra «considerable», admiten los tasadores, pues si bien se ha reducido desde el máximo de más de 900.000 unidades que se mantuvo entre 2010 y 2011, está todavía lejos del mínimo de apenas 100.000 registrado en 2006.

Algo similar pasa en las compraventas de casas, que en noviembre registraron su segundo nivel más bajo desde 2007. Sólo se contabilizaron 21.847 operaciones -en abril de 2012 fueron 21.276, el mínimo-, frente a las 39.700 con las que empezó el año pasado, con un descenso anual de casi el 16%. El cuasi congelamiento del mercado resulta más notorio en las viviendas nuevas, de las que sólo se comercializaron 9.823 unidades en dicho mes (-22%), menos de la mitad que al inicio de 2013.

La propia estadística de los notarios -que contabiliza los datos en tiempo real-refleja una caída del 22,2% en noviembre, que apenas habría repuntado en diciembre.