Trichet niega haber forzado a España a reformar la Constitución
BRUSELAS. Actualizado: GuardarJean-Claude Trichet es una de las pocas personas que conoce qué pasó en Europa aquel verano de 2011, cuando los mercados pronunciaron el temido jaque mate a la moneda única con un ataque sin piedad a Italia y España, tercera y cuarta economía de la Eurozona. Se evitó el cataclismo, como se felicitó ayer el que fuera presidente del BCE entre 2003 y 2011, pero hay cicatrices que siguen sin cerrarse.
Aquel agosto de 2011, el entonces presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, impulsó la reforma de la Constitución para incorporar la llamada 'regla de oro' del equilibrio presupuestario; es decir, que las instituciones públicas tenían prohibido por ley gastar más de lo que ingresan a partir de un determinado periodo de tiempo. Una modificación exprés del artículo 135 pactada con el PP que buscaba calmar a los mercados y que ha supuesto la única reforma de la Carta Magna en décadas. Coincidió con una carta enviada por Trichet en la que 'aconsejaba' la adopción de una batería de medidas para combatir la crisis.
¿El Banco Central Europeo obligó a la Moncloa a dar este histórico paso a cambio de comprar deuda española en los mercados y reducir la prima de riesgo? El expresidente español ya dijo que no. Ayer, Trichet hizo lo propio. «No. Yo no negocié con Zapatero el cambio de la Constitución», zanjó. Lo hizo en Estrasburgo, ante una comisión de Economía del Parlamento Europeo que decidió ahora abrir una suerte de comisión de investigación sobre sobre las consecuencias sociales y económicas que las decisiones de la troika han provocado en los países rescatados.