LUZ VERDE

Ahora sí. Jaque mate. La jugada maestra se consuma. Pina se ha adueñado del tablero y le han conferido luz verde para que ultime sus movimientos, para atribuirse el poder mientras las fichas van cayendo irremediablemente, empujadas por la fuerza de la lógica. La jueza apuntilla a Sinergy, a Gaucci, al que sólo le queda encontrar en la justicia una razón que se niegan a dársela, además de forma contundente.

La suspensión del Consejo, y la atribución de la gestión a los administradores, es el paso clave, el decisivo para que el murciano pueda operar en Carranza. Los concursales, con los que mantiene contacto desde hace mucho tiempo a través de sus adláteres, le entregarán las riendas. Porque es la única salida airosa, la oportunidad para enderezar una nave que todos, todos, han dejado a la deriva. Es la mejor opción a la vista, no tengan duda. Desde el traspaso de acciones, desde la firma de Muñoz, el camino estaba marcado. Sinergy murió cuando no pudo frenar la subasta, y desde ahí sólo le quedaba esperar un milagro que no iba a ocurrir.

El CSD podrá poner pegas, levantar murallas o colocar palos en las ruedas, que no lo creo. ¿Para qué? Los italianos disponen de la capacidad para retrasar al máximo la llegada de Juan José Pina a su cargo. Pero ¿ya de qué sirve? Desde ayer, desde hoy, aquí mandan los Locos.

Pina es garantía de éxito deportivo. Discrepo un tanto de su manera analítica y desapasionada de llevar un club, donde el negocio impera sobre el sentimiento, aunque cierto que no es lo mismo gestionarlo en alquiler que tenerlo en propiedad. Abre de nuevo la puerta de la esperanza, de que esta temporada ya enconada se pueda enmendar. Es un depredador en esta jungla futbolística, un motivo para soñar si el escepticismo al que nos ha abocado este club no se hubiera apegado de tal forma al alma del cadista. Porque de veras resulta imposible desprenderse de él.