PP y PSOE acusan a Urkullu de quebrar la unidad por miedo a la antigua Batasuna
Patxi López, no obstante, advirte a Rajoy de que con «sus torpezas» y «despropósitos» pone en peligro la victoria sobre una ETA ya derrotada
MADRID. Actualizado: GuardarEl PP y PSOE atacaron ayer con dureza el giro del PNV. Consideran que al ir de la mano de Sortu por las calles de Bilbao ha abierto una brecha importante en la unidad de la lucha antiterrorista y le ha dado un balón de oxígeno a una izquierda abertzale que no ha condenado los asesinatos de ETA ni ha pedido a la banda su disolución.
Las dos grandes formaciones nacionales, que han dejado su mensaje en manos de sus líderes en Euskadi, coincidieron en que la inesperada maniobra del partido liderado por Iñigo Urkullu es fruto de una estrategia partidista y del miedo a que el victimismo desatado en la izquierda abertzale por las recientes operaciones policiales y la prohibición de marchas por la Audiencia Nacional le haga perder terreno en su pulso electoral por hacerse con la hegemonia del nacionalismo vasco.
Ambos partidos coincidieron también en demandar al PNV que rectifique de inmediato y retorne a la unidad de la acción antiterrorista y que no invoque los derechos humanos con quienes hace muy poco aún gritaban «ETA, matalos». Al tiempo, le conminaron a no caer en la tentación de desempolvar la política de frente nacionalista que significó en 1998 el pacto de Lizarra con la antigua Batasuna, porque recuerdan que dio alas a los violentos y entienden que solo produjo fractura social y división entre vascos.
Hasta aquí las coincidencias. Porque, pese a compartir el reproche a los nacionalistas, los socialistas aprovecharon para repartir culpas por lo ocurrido con Mariano Rajoy y su Gobierno, por «gestionar francamente mal» el proceso para la desaparición de ETA y estar más pendiente de las presiones del ala derecha de su partido que de acelerar la disolución de la banda. El PP, por contra, cerró filas con la inflexibilidad del Ejecutivo en la ejecución de la política penitenciaria y bendijo la aplicación más estricta de la ley sobre el entorno de ETA mientras la banda exista.
El PSE mostró su «enorme preocupación» por que el PNV no distinga entre discrepar del Gobierno y de las decisiones judiciales y «caer en brazos del mundo de la antigua Batasuna». En «salir en su auxilio» con «una foto innecesaria». Patxi López juzgó, no obstante, como «torpezas» y «despropósitos» de Rajoy la redada «propagandística» del miércoles y la prohibición de la primera manifestación. Cree que ponen en peligro «la victoria de los demócratas» sobre una ETA ya derrotada.
Arantza Quiroga, presidenta del PP vasco, aseguró que el PNV, con «una grave irresponsabilidad», solo busca la «unidad de interesés» con «los que más daño hicieron» y «antepone la soberanía a la libertad». Mostró «su gran inquietud» por que quien es Gobierno en el País Vasco se alíe con quienes no han condenado a la banda terrorista y replicó que «lo importante en Euskadi es la libertad y que ETA nos deje en paz, no que salgan de la cárcel los presos (de la banda) sin arrepentimiento y sin pedir perdón».